HORA DE PASAR LISTA

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Éramos pocos y llegó Garzón. Hace tiempo que no sabíamos de su señoría. Ha hecho una pausa en sus negocios para montar la mundial a cuenta de la guerra civil. Ojo. Los crímenes, según el juez, sólo se cometieron después del 18 de julio. Antes sólo fueron amagos. Y los asesinatos, siempre según Garzón, sólo se dieron en la zona ‘nacional', mientras en la republicana reinaba el cielo y sus caricias. El ególatra Garzón ha movilizado a toda la justicia para que le manden listas. Sorprende que esté tan desorientado. En las parroquias no figuran las listas de desaparecidos, y el abad del Valle de los Caídos ya le ha respondido al juez que allí no tienen listas. Todo esto para que Garzón decida si es competente o no en los crímenes que se cometieron ¡hace setenta años! Magnífico. Un día pedirá juzgar a Caín en beneficio de los herederos de Abel.

Mientras Garzón hacía una de las suyas, el lehendakari se arrancaba en este comienzo del curso con la de siempre. Que siga. Al enemigo, cuando se equivoca, conviene no distraerle. El nacionalismo morirá un día, pero no de sentido común, sino a través del ridículo, que es la puerta la que salen de la historia las ideologías que han dejado un rastro de muertos. No mueren la venganza sino cuando llegan al absurdo. Le pasó al comunismo, y le pasará al nacionalismo vasco, ¡como no! Puestos a hacer listas, le sugiero a Garzón que haga una con todos los exiliados que se han tenido que marchar del País Vasco y se la mande a Ibarreche, para que ponga otra denuncia, si tienen los dos lo que hay que tener.

ALFREDO URDACI, PERIODISTA

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