Hoy hoy, la falsificación de medicamentos es una de las actividades más lucrativas ya que fabricarlos no general gastos y venderlos es pan comido. La Viagra, propiedad de la biomédica Pfizer, es uno de los más falsificados en Intet pero, pese a la magnitud del problema, las leyes se quedan pobres y el negocio sube y sube, hasta cantidades que a los ciudadanos de a pie se nos van hasta de las más sofisticadas calculadoras. Por eso desde la farmacéutica se ha querido hacer un llamamiento ante un problema de SALUD PÚBLICA en el que los PACIENTES son los más perjudicados: PAGAN CON SU SALUD.
Los factores socioeconómicos influyen directa e indirectamente en la falsificación de medicamentos. Hablamos de cantidades descomunales que iluminan los ojos de cualquier desalmado que vende la Salud de los demás a cambio de mucho dinero. Las políticas farmacéuticas nacionales no favorecen el control de estas ilegalidades, mientras que la fragmentación de los canales de distribución multiplica las otunidades para que los falsificadores se infiltren en el sistema; además, existen zonas de comercio llamadas ‘extraterritoriales' que escapan a toda supervisión, a lo que se suma la falta de cobertura de la seguridad social en algunos países que lleva a los Pacientes a buscar mejores precios. Analfabetismo, pobreza, Intet y terceros fabricantes, se suman a una lista que podría ser interminable y que debería ser analizada punto punto.
José Rodríguez Fuentes es Inspector de la Policía Nacional y Jefe de Antipiratería de la Brigada de Investigación Tecnológica de la UDEF Central (Comisaría General de Policía Jucidial). Su Grupo trabaja en la investigación de venta de medicamentos a través de Intet y durante el Seminario para periodistas ‘Falsificación de medicamentos: un negocio de riesgo', organizado la biomédica Pfizer, una de las farmacéuticas más afectadas esta corrupción debido a la Viagra, explicó a los asistentes qué es legal, qué es ilegal y qué es delito, y como se desmantelan mafias de de este tipo que trabajan en Intet, un mundo aparta que, en la mayoría de los casos, no tiene ubicación física.
'Se castiga los hechos y no las intenciones', puntualizaba antes de empezar el Inspector Rodríguez, y es que 'hay que probar que desde una página web se venden medicamentos falsos que atentan contra la Salud pública que de nada sirve si esto no se puede probar y el usuario argumenta que él sólo es un escaparate publicitario'.
En la mayoría de los casos estas páginas están en países extranjeros y la persona que las controla en un tercer país, mientras que el dinero va a un cuarto lugar y los medicamentos vienen de un quinto… los procedientos se centran en el análisis de la web para averiguar la elaboración y la procedencia de los medicamentos falsos. El paso siguiente y uno de los más tantes es identificar a los autores, poder disponer de una buena colaboración internacional (algo que no siempre es posible, según qué países) y, últo bloquear las webs en cuestión, bien redireccionándola a una página en blanco en la que pone 'Cerrado procediento judicial', o splemente haciéndola inaccesible en España.
Según los últos datos facilitados Farmaindustria, la industria farmacéutica en España invirtió en 2007 casi mil millones de euros en I+D, un 15,1% más que el año anterior. Desarrollar un fármaco nuevo cuesta casi mil millones de euros y casi 15 años de investigación antes de que sean accesibles para el Paciente prera vez. Más de 10.000 moléculas investigadas antes de descubrir la eficaz. Si esta cuerda se rompe ni se podrá garantizar la seguridad del medicamento ni del Paciente, ni las compañías innovadoras podrán seguir destinando cantidades millonarias a la Salud de los ciudadanos.
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