No lo hagas. No confíes más en Solbes. Duerme a las ovejas, miente, y ha perdido la memoria. No recuerda que negó la crisis. Ese es un síntoma de que vive en el presente puro, como los niños. El tiempo no cuenta para él, es una magnitud inconmensurable. Dentro de unos días no recordará que tú dijiste que tenemos el sistema bancario más fuerte y sólido del mundo mundial. No le dejes hacer más el ridículo. Él no lo haría ti.
Nuestro ministro de economía debe ser Sebastián. No sólo tuvo la idea del tipo positivo único para el IRPF (¡qué poco dura la alegría en la casa del rico, que no lo puso en práctica!), no sólo propuso repartir bombillas (¡a mi cierto no me ha llegado la mía, y tengo una lámpara huérfana a la espera del globo!), sino que ahora nos propone que compremos juguetes españoles Navidad. Sebastián es nuestro ministro de economía. Las muñecas de Famosa, las que se dirigen al tal, votan él, las Barbies también, que quizá sean de Jesmar, y los Geyperman braman para que sea el elegido. Deja a Solbes en la almohada de la que parece haber salido todos los días, y elige a Sebastián, es el hombre para la crisis, que esto va a durar, y necesitamos una idea de estas cada dos meses. Por España, Sebastián, y alcanzaremos a Francia en su renta per capita en dos meses.
ALFREDO URDACI, PERIODISTA