SANCHO PIRANDELLO

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Luigi Pirandello se encontraba ayer entre las musas del Teatro Bellas Artes para ver a un José Sancho pletórico, en una interpretación que le hizo alcanzar el olpo de los dioses. El valenciano, hombre divertido y cercano, amante y heredero de las esencias de la comedia y la tragedia (que nunca se sabe qué es más difícil si hacer llorar o reír…), mantuvo en lo más alto, durante una hora y media a un público entendido, profesional… En el Bellas Artes estaban todos, y para no olvidar a ninguno hablaré sólo de Álvaro de Luna, que sentado detrás de mí no apartó ni un segundo la mirada sobre su querido amigo y compañero Pepe.

Y se levanta el telón, y Enrique IV aparece y se lleva la escena de calle, y hace que la gente vibre en sus asientos, y desaparece para volver, ¡es un loco!, ¡es mentira!… Y vuelve y entra y grita, y lleva el dolor y la locura a todos… Luigi estaba allí, en esencia, en verdad.

Ser crítico de teatro o de cine, o de cualquiera de las artes escénicas es una verdadera delicia, cuando se trata de una obra bien pensada, bien parida y mejor interpretada. Pero cuando uno no lo es (lo de critico de teatro), que es mi caso, lo que puede decir es si te gusta o no, a mí, como al resto de los Periodistas, actores, productores… allí presentes nos emocionó, nos transtó… Y más cuando ves que el loco de Enrique IV, al que te gustaría tocar y con el que te encantaría mantener una charla, está a tu lado, y te mira y se regodea, sobrado de oficio, lleno de vida, con sus amigos y su Reyes, que es el bálsamo de su rejuveneciento real… Toda la Valencia de la cultura estaba allí, toda la España del teatro se había dado cita para ver como el ACTOR José Sancho, demostraba una vez más que es capaz de ser lo que se proponga… La escena, los nervios, el montaje, el cariño de los presentes… Luigi estaba allí, en las ropas y las cas de Pepe, en el ambiente, sobrevolando la sala, y dando un SÍ AL GRAN ACTOR, al mejor amigo y al amante perfecto. Casado con su profesión, tocando con los dedos el cielo… Como un principiante, como un Maestro, como Sancho.

Os recomiendo, a aquellos que amáis el teatro, que no os perdáis la otunidad de verlo y contarlo. Álvaro se levantó e hizo un ruido de difícil calificación, entre el descanso del ¡ha sido un éxito!… la atronadora ovación que hizo salir hasta cuatro veces a saludar… Y Álvaro dijo: ¡Es una maravilla, insuperable. Aquí es donde de verdad se ve un actor en estado puro!

Enhorabuena al Bellas Artes, que estos días estará más lleno de ARTE del auténtico, del que se ve poco, y del que hace afición y cantera. ¡Gracias Pepe traernos a Enrique IV!, que Luigi estaba allí. 

A volar con Iberia…

Y siempre PONLE FRENO…

Pedro Aparicio Pérez

Director de prnoticias.com

direccion@prnoticias.com

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