Desde que empezó la crisis he leído numerosos artículos sobre las maldades y virtudes del capitalismo. No dejo de dar vueltas al asunto. Para splificar, los analistas y profesores liberales defienden que crea riqueza, respeta la iniciativa privada y la libertad individual de emprender, debe ser reformado y mantenido como sistema, es el mejor.
Los socialistas y socialdemócratas atacan el capitalismo y defienden la intervención del Estado para frenar sus aberraciones, dicen que es cierto que es un modelo que crea riqueza, pero la reparte mal, permite robos y excesos, y sus crisis las paga la población y los trabajadores, los inocentes, mientras los causantes, financieros, grandes empresarios, se escapan de rositas.
Recuerdo un profesor que tuve de Economía Política en la Universidad, Pérez de Ayala, que hablaba en clase de economía y ética, la actividad económica no está al margen de la ética, que es una actividad humana, se podía hacer bien o mal, beneficiar o perjudicar a las personas. Ni en economía ni politica vale todo, decía, no se me ha olvidado.
Rafael Termes, que fue presidente de la AEB, patronal bancaria, ya fallecido, defendía el capitalismo sin complejos, pero también hablaba de libertad y responsabilidad, y de ética. Termes, aunque fuera banquero, no era un banquero al uso, la ética era algo necesario para él. La ética se enseñaba, y se enseña, en el IESE, que él dirigió los últos años en la filial de Madrid. Asignatura para directivos y empresarios, sí señor.
PD: Dos ejemplos reales, de ayer, para reflexionar de cómo le va a unos y otros en la crisis, un cochazo aparca junto al mío, espera al dueño, un Sr. notario, en una céntrica calle de Madrid. Me comenta el chófer que llevan una buena mañana haciendo millones, lleva un cuaderno de citas para firmas, todo operaciones financieras, con buenos aranceles y comisiones.
Un taxista, peruano, me dice que tiene a 5.000 compatriotas esperando que alguien les pague un billete de vuelta a Perú, y el Gobierno no responde. No tienen trabajo ni visos de encontrarlo. Mientras, la Seguridad Social dice que se han dado el alta 13.000 trabajadores extranjeros nuevos en abril. Unos hacen millones en unas horas la mañana, otros esperan billetes de vuelta a su país. Es lo que tiene el bonito capitalismo, que da para mucho.
MIGUEL CIFUENTES, PERIODISTA.
