El dato da mucho que pensar y es que los accidentes de tráfico causan 1,27 millones de muertes al año en todo el mundo. Así lo denuncia la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en su últo informe revela que el 90% de los accidentes mortales ocurren en países pobres. Los más perjudicados pasan a ser peatones, motoristas, ciclistas y pasajeros del transte público. Conseguir carreteras más seguras y un marco legislativo adecuado pasan a ser los principales retos a nivel global. Y es que sólo el 47% de los países tiene leyes relacionadas con los cinco factores de mayor riesgo: velocidad, consumo de alcohol y conducción, uso del casco, cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil.
Muchos países cuentan con un marco legislativo básico para la seguridad vial. Sin embargo, sólo el 47% cuenta con leyes relacionadas con los cinco factores básicos que desencadenan los accidentes de tráfico y que ya les hemos enumerado. Aunque el 90% de los países dispone de una legislación sobre la prohibición a los conductores de consumir alcohol, únicamente el 49% muestra que el límite de concentración de alcohol en la sangre no puede superar los 0,05 gramos decilitro. Además, sólo el 57% de los países exigen el uso de cinturones de seguridad para todos los pasajeros de un automóvil, y mientras en el 90% de los países con altos ingresos se requiere asientos adaptados para los niños, sólo el 20% de los de bajos ingresos lo hacen.
Y es que no sólo se producen 1,2 millones de muertas en las carreteras de todo el mundo, cifra ya de si alarmante, sino que otras 50 millones de personas sufren traumatismos como consecuencia de accidentes de tráfico.
En este sentido hay que destacar que, en muchos países, los marcos institucionales o están poco desarrollados o cuentan con pocos recursos para ser eficaces. Por ejemplo, mientras el 76% de los países comunica la existencia de una estrategia nacional sobre seguridad vial, solamente un tercio informa de que su gobierno prociona apoyo a una estrategia nacional sobre seguridad vial que tiene metas precisas y fondos suficientes para su aplicación.
Según la OMS, en muchos países se han descuidado las necesidades de los usuarios vulnerables de las carreteras. De hecho, insta a que se les preste ‘una atención renovada’, especialmente cuando se toman decisiones relativas al diseño y las infraestructuras de la vía, planificación del uso del suelo y los servicios de transte. Asismo, la organización asegura que los gobiernos deberían promulgar leyes que brinden protección a todos los usuarios medio del estableciento de límites de velocidad apropiados al tipo y función de la vía, la instauración de límites de concentración de alcohol en sangre para ayudar a reducir la conducción bajo los efectos del alcohol, y el uso de medidas apropiadas de protección para los ocupantes de los vehículos.
Igualmente afirman que es preciso mejorar la aplicación de todas las leyes relativas a seguridad vial y que los gobiernos deberían estular la colaboración entre los diferentes sectores plicados en la recopilación y notificación de datos sobre traumatismos accidentes, entre otras propuestas. Todos estos temas serán abordados en la Prera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial en Moscú en noviembre de 2009.
Y es que el futuro tampoco se muestra demasiado optista. La OMS pronostica que en 2030 los accidentes de tráfico serán la quinta causa de muerte de nivel global (3,6%), mientras que en 2004 ocupaba el déco lugar (2,2%).
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FOTO: PAHO