La movilización en Irán tras la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad en unos comicios bastante irregulares y cuestionables ha provocado la puesta en marcha de la maquinaria de la censura parte de las autoridades. Desde el 12 de junio se han sucedido los incidentes y los intentos de detener el flujo de información desde Teherán. Pero Intet ha sido una tante herramienta para burlar la censura, a través de la cual podemos ver vídeos de las revueltas. No obstante, en Irán se registran ya 30 periodistas y ciberdisidentes detenidos.
La situación en Irán está descontrolada, y lo sabemos gracias a la red. Twitter se ha convertido en una tante fuente de información sobre los acontecientos acaecidos en Teherán. La muerte de una joven durante una de las revueltas, bautizada como Neda, se ha convertido en un símbolo para los opositores del régen gracias a esta herramienta. En Intet se han colado varios vídeos de estas revueltas, entre ellos aquel en el que se ve morir a Neda, que han sido utilizados los informativos de todo el mundo, a falta de información propia.
Y es que desde el 12 de junio las autoridades iraníes han lpiado la zona de corresponsales extranjeros. En el caso de España, se intentó echar del país a la enviada especial de TVE en Irán, Yolanda Álvarez. Pese a que finalmente se dejó al equipo de la cadena pública quedarse hasta que expiró su permiso, fuentes de la cadena nos confirmaron que tuvieron bastantes problemas para operar allí y tomar ágenes. En el caso de otras cadenas extranjeras, sufrieron problemas técnicos que pidieron que la señal llegara correctamente, provocados presumiblemente las autoridades del país.
Las últas informaciones apuntan a que el corresponsal permanente en Irán, John Leyne de la BBC ha sido expulsado del país y el periodista y cineasta canadiense Maziar Bahari ha sido detenido sin cargos y no se sabe nada de él, según informa la revista estadounidense para la que trabaja, Newsweek.
Ante esta situación, el tavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Hasan Qashqavi, justificaba esta decisión acusando a los medios de comunicación británicos y estadounidenses de fomentar los disturbios y las protestas que desde hace más de una semana agitan el país. Además, se ha prohibido a la prensa cubrir las manifestaciones de protesta.
Pero la peor parte se la llevan como siempre los periodistas locales. Según un informe de Reteros Sin Fronteras, desde las elecciones presidenciales del día 12 de junio se ha detenido a más de 20 periodistas iraníes, con lo que la lista de periodistas encarcelados en Irán asciende a 30, poniéndose el país al mismo nivel que China en esta materia.
Seguiremos informando…