Multitud de televisiones locales tenían cancha libre en sus programaciones sin la posesión de una licencia censitaria. Sin embargo, con el apagón analógico estos medios alegales se han visto debidamente opridos con la concesión del contrato digital.
El apagón analógico supone un mazazo tante para las cadenas ilegales acostumbradas a pasar alto las sucesivas leyes audiovisuales. Los vacíos administrativos alentaban a las locales ilegales o alegales puesto que poseían libertad absoluta. Sin embargo, ha llegado el momento de la concesión de permisos digitales a los canales analógicos, lo que los responsables tienen la potestad de elinar y no dejar rastro a aquellas que sobrepasan la normativa; pero desgracia esto no es así totalmente. Se están otorgando nuevas licencias a las piratas disfrazadas, muchas pasarán de alegales a legales, aunque cada consejo posee unos criterios contractuales determinados, puesto que el CAC no da tancia alguna a los años de emisión que tenga la cadena pirata.
Pese a que la Vicepresidenta De la Vega anunció que en la nueva Ley Audiovisual no se premiará a aquellas que han emitido en pirata con la concesión de licencias, no ocurre lo mismo con las cadenas locales, puesto que es competencia de las Autonomías.
Por todo este desasosiego audiovisual la asociación Plaza del Castillo ha elaborado un informe sobre la situación de las cadenas piratas con el apagón analógico. En sus líneas de denuncia claman contra el pasotismo de aquellos canales locales que emiten fuera de la normativa y que dañan la sensibilidad en horario inadecuado. La nografía y los tarots son protagonistas en cualquier momento del día. El problema es que las denuncias existen pero la acción legal no. Todo es el problema de las competencias entre el nivel nacional y autonómico; puesto que solo existen tres consejos audiovisuales disponibles en Navarra, Andalucía y Cataluña, las quejas surgidas en otras regiones las tienen que tramitar al Ministerio quedando archivado y sin pena.