La seducción de los españoles por los antibióticos

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Hay que admitir que los antibióticos, indicados sólo en las infecciones producidas bacterias, son uno de los grupos terapéuticos más seguros y mejor tolerados que existen dentro de todos los medicamentos. No obstante, su uso debe ser racional y prescrito el médico. La razón es meridianamente clara y concluyente: el empleo frecuente e inadecuado genera resistencias bacterianas. El mecanismo de las resistencias es un proceso el que las bacterias anulan la acción del antibiótico y hacen que éste resulte totalmente ineficaz.

 

Aunque la resistencia a los antibióticos es actualmente un fenómeno universal, existen grandes diferencias países. Según los datos del sistema de vigilancia europeo, España es uno de los países que presenta las tasas de resistencias más elevadas en el Viejo Continente. Así sucede con Streptococcus pneumoniae o neumococo (una de las preras causas de neumonía bacteriana, entre otras infecciones), Staphylococcus aureus y Escherichia coli (generadoras de patologías tantes y frecuentes). Estas bacterias son además multirresistentes, ya que son capaces de anular la acción de varias familias de antibióticos al mismo tiempo, litando así otras opciones terapéuticas.En España también se han documentado unas de las tasas más altas de uso inadecuado de antibióticos para combatir infecciones virus, como la gripe, ante las que estos medicamentos no tienen ningún efecto.

 

La educación a la población influye de modo decisivo en su manejo y en el seguiento riguroso de la prescripción médica: tomar las dosis recomendadas, a las horas y en las condiciones indicadas y, supuesto, durante el tiempo que sea necesario y que haya dejado establecido el médico. Abandonar el tratamiento cuando empiezan a desaparecer los síntomas es otra forma de uso inadecuado y también favorece la aparición de resistencias.

 

Mayka Sánchez

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