La relación entre el Ministerio de Ciencia e Innovación y Mariano Barbacid, bien podría definirse como la del perro del hortelano, ‘que ni come, ni deja comer’. Está claro que Mariano Barbacid, actual ‘director en funciones’ del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y a la espera de sustituto desde hace más de un año.
La investigación, realizada el Grupo de Oncología Experental que dirige Mariano Barbacid en el CNIIO y que aparecerá en el número de mayo de la revista Cancer Cell, permitirá el desarrollo de una nueva línea de tratamiento específico para el cáncer de pulmón utilizando inhibidores selectivos, y que permitirían prevenir y tratar hasta el 25 ciento de los cánceres de pulmón, especialmente en los fumadores.
Sin embargo, el desarrollo de la investigación, según se recoge en el comunicado, no podrá continuar ‘al no disponer de más fondos públicos y no permitir el Ministerio de Ciencia e Innovación la entrada de financiación privada a un informe jurídico basado en la actual Ley de Fundaciones’. Todo esto, ‘a pesar de haber generado ya moléculas de alto interés terapéutico contra otras dianas moleculares‘, y de contar con una posible inversión de 10 millones de euros desde fondos privados.
Esta situación, definida como ‘frustrante’ en el comunicado, ha sido el motivo de enfado Barbacid, que en el mismo comunicado asegura que ‘es irónico que sean las propias normas de la Administración las que pidan poner en marcha un proyecto tan innovador como este. Luego nos quejamos de que no hay participación privada en proyectos de I+D+i. Esto no tiene sentido’ concluye. Curiosamente este comunicado no está disponible en la sala de prensa online del CNIO.
La pregunta que muchos se siguen haciendo es cómo un año y medio después de que el propio Barbacid ditiese del cargo del director del CNIO, aún el Ministerio no haya encontrado sustituto, y siga siendo ‘victa’ de las acusaciones de Barbacid, quien además se ha mostrado contrario a muchas de las medidas y políticas emprendidas el Ministerio liderado Cristina Garmendia. Por el momento, a Barbacid le queda la palabra como único modo de ejercer su cargo ‘en funciones’.
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