LA FINAL DE COPA

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La elección del Bernabeu como final de copa ha provocado una grave controversia tanto en Catalunya como en Euskadi. La sombra de la final del 20032004 que no pudo jugarse en el Nou Camp y hubo que trasladarla al Estado Olpico de Montjuic, donde el Madrid salió derrotado ante el modesto Zaragoza tres goles a dos, se ha cernido sobre la elección de la sede de este año, que razones de forofismo va a ser repudiada Florentino Pérez, quien, desbordado la grada, se ha enfadado con la Federación que ha insistido con el tema. Ni que decir tiene que la Presidenta de la Comunidad de Madrid y la Alcaldesa no desean que se le haga ese feo a catalanes y vascos, no sólo que políticamente se le vuelve dar aliento a los independentistas, sino que, además, el torrente de ingresos que supone para la ciudad la presencia de tantos miles de personas es de prociones más que apetecibles. Hasta París se ha ofrecido como sede de esta final de Copa, lo cual, suena incluso a cachondeo después del humor antiespañol que destilan los guiñoles del Canal+ francés. Si a eso le añados los múltiples y jugosos negocios que Florentino Pérez tiene en las dos comunidades, a las que acude con frecuencia disfrazado de empresario spático y seductor, se entiende poco ese doble papel de Dr. Jekyll y Mr. Hyde que está jugando en la actualidad. Valencia ya comienza a frotarse las manos a la vista de lo que está pasando y los aficionados que no entendemos de estas fobias, tanto de unos como de otros, esperamos que Villar, una vez en su vida, haga algo el fútbol español poniendo a Barça y Madrid una disciplina en este tema que no puedan saltarse a la torera cuando más les convenga. Como se puede comprobar, hasta en el futbol, nuestros dirigentes son una banda de incompetentes.

 

Manuel Fernando González
Editor y Director
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