Claves para manejar TDAH en verano

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Con las vacaciones llegan también los cambios de rutina, actividades y de lugares que suelen afectar especialmente a la estabilidad mental de los niños que sufren Trastorno Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, existen una serie de pautas a seguir para garantizar el manejo de estos menores y que refrendan los expertos del Instituto de Rehabililtación Neurológica NeuroMadrid.

 

En prer lugar, según sugiere la doctora Marina Irazábal, psicóloga infantil de NeuroMadrid, “es fundamental que el niño no pierda la organización de horarios que tiene durante el año. El tiempo sin estructurar los cambios de planes es realmente perjudicial para estos pacientes”. La rutina diaria es esencial, y aunque los padres también estén cansados y se relajen más que en otras épocas del año, es tante que la familia organice a priori actividades que mantengan a estos niños ocupados. “Lo fundamental es evitar situaciones donde la pulsividad inherente al TDAH pueda tener consecuencias negativas. Por ejemplo, si el niño se aleja de los padres en una playa con mucha gente o en un centro comercial y se pierde, es tante que pueda tener un sitio localizado de referencia”, añade la doctora.

 

Actividades lúdicas

Los niños con TDAH suelen ser muy pulsivos, y una manera de que aprendan a seguir órdenes de forma relajada es a través de los juegos. Esta experta hace hincapié en que “existen actividades que ayudan a estarse quieto y otras que ponen a prueba su capacidad para seguir órdenes. También es recomendable que los niños pequeños utilicen juegos de montaje piezas, sencillos y que no lleven más de 10 minutos. Los mayores, de 8 o 9 años, pueden retrasarse a montar algo que no les lleve más de dos tardes. De esta forma, se concentran en algo que les gusta y reciben un premio después”.

También cocinar se puede convertir en una buena forma de aprender a seguir las reglas, ya que en esta ocasión el hecho de seguir los pasos de recetas adecuadamente se traduce en un resultado bueno, como es el poder disfrutar de un helado o comer un postre. “El objetivo es que el niño asuma el mando, ya que decide qué comida se hace. De esta forma se siente con la autoridad de dar algunas órdenes. Lo ideal es ir alternando los días en los que los padres acatan las instrucciones para dejar más libertad de decisión al menor”, explica la doctora Irazábal.

 

Los campamentos detivos con actividades organizadas y preferiblemente no académicas es una de las alternativas más recurrentes durante los meses de verano. Según esta experta, “a la hora de elegir campamento, es tante tener en cuenta que cada niño tiene una destreza diferente, lo que los padres deben optar inscribir a los menores en aquellas actividades en las que el menor pueda desarrollar sus habilidades”.

 

Mantener la terapia todo el año

Asismo, el verano no puede ser excusa para dejar a un lado la medicación en los casos en los que esté indicada, ya que les ayuda en su maduración cerebral, a comprender mejor las normas, reducir el negativismo y les ayuda a llevar a cabo deberes y tareas. En palabras de la doctora Irazábal, “los padres han de enseñar a sus hijos a acatar órdenes pero de una forma lúdica y amena. Es la única forma de no provocar irritación ni malestar”.

Es tante también no interrumpir los tratamientos en desarrollo. Y es que la terapia integral de los niños con TDAH ha demostrado sus beneficios a corto y largo plazo en este tipo de pacientes. En opinión del doctor Luis Gangoiti, director médico del Instituto de Rehabilitación Neurológica NeuroMadrid, “en estos pacientes es clave llevar a cabo un proceso continuo, incorando las esferas física, psicológica y social, que debe alcanzar una respuesta ópta en el menor tiempo posible a fin de mejorar la independencia funcional y la calidad de vida, tanto del menor afectado como de su entorno familiar”.

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