La mitad de las personas a las que se les diagnostica un cáncer colorrectal acaba desarrollando metástasis, en muchos casos en los tres años posteriores al diagnóstico. Lo más frecuente es que dicha metástasis se localice en el hígado. Sin embargo, un centaje de estos pacientes, entre un 10 y un 25%, responde a los tratamientos disponibles (quioterapia y fármacos biológicos) y puede ser candidato a cirugía, única opción con finalidad curativa. Para adoptar en estos casos la mejor decisión terapéutica, especialistas españoles (14 patólogos y un oncólogo) han elaborado el prer Consenso Nacional de Anatomía Patológica 2013 en pacientes con cáncer colorrectal y metástasis hepáticas.
El resultado de este trabajo fue presentado ayer la doctora Marisa Gómez Dorronsoro, patóloga del Complejo Hospitalario de Navarra, en un Sposio Nacional sobre Cáncer Colorrectal Metastásico, celebrado en Madrid con la colaboración de Roche. La jornada ha permitido actualizar todos los aspectos relevantes para un manejo ópto de esta enfermedad en fase avanzada.
‘Es muy destacable el progreso que ha experentado en los últos años el manejo de este cáncer. Se ha cambiado la historia natural: baste decir que hace unos años era directamente pensable que la cirugía pudiera volver a tener un papel en pacientes con metástasis en el hígado, y ahora en un tante grupo de ellos la curación no se descarta. Detrás de este avance está la incoración de nuevos fármacos, entre ellos los antiangiogénicos’, asegura el profesor Eduardo DíazRubio, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos.
Uno de los contenidos protagonistas de las sesiones ha sido la tancia creciente de analizar la respuesta patológica de estos pacientes al tratamiento, es decir la necesidad de determinar la cantidad de células tumorales residuales tras recibir la terapia. Desde hace unos años los expertos han alertado de que evaluar sólo la respuesta radiológica, (mediante criterios RECIST) la que monitoriza el tratamiento a través de técnicas de agen, puede no ser suficiente.
Como indica la doctora Gómez Dorronsoro, coordinadora del Consenso, ‘no siempre hay correlación entre el grado de respuesta que muestra la agen radiológica y el que se deriva del hallazgo histopatológico. Esto resulta aún más evidente desde la incoración de agentes biológicos al tratamiento’.
Concretamente, datan de hace cinco años los preros estudios en los que, tras analizar la respuesta patológica de pacientes tratados con quioterapia sola o añadiendo un antiangiogénico, se comprobó que en los casos donde esta respuesta era mejor, los pacientes también vivían más. ‘El pacto sobre la supervivencia es clave que éste siempre es el objetivo final’, resume la doctora Ruth Vera, oncóloga del Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona.
Así ejemplo se ha visto que la agen radiológica no refleja fielmente el efecto del antiangiogénico Bevacizumab (Avastin®), cuyo uso, sin embargo, está asociado con incremento significativo en la respuesta patológica. ‘Eso significa que los criterios de respuesta radiológica no sirven para predecir el beneficio clínico en estos pacientes. De hecho, en el Consenso se señala que las evidencias disponibles sugieren que es la respuesta patológica la que sirve como predictor de supervivencia en pacientes candidatos a una cirugía de su metástasis hepática: a mejor respuesta, mayor supervivencia’, insiste la doctora Vera.
‘Quizá con medicamentos como Bevacizumab, con un mecanismo de acción distinto al de la quioterapia, evaluar este tipo de respuesta puede tener un valor incluso mayor que la radiológica’, añade la doctora Vera, oncóloga que ha participado en el Consenso.
El doctor DíazRubio coincide en que se ha vuelto prescindible evaluar la respuesta patológica y de ese modo, determinando la cantidad de células tumorales residuales, poder predecir el pronóstico. La respuesta patológica se considera completa (RPC) cuando no hay rastro de células tumorales. Según la clasificación del documento, hay otros tres grados de respuesta en función del número de células tumorales:
• 110%: células aisladas o pequeños grupos de células tumorales.
• 1150%: se considera una reducción significativa de células tumorales, ya que representa menos de la mitad del tamaño inicial del tumor.
• Más del 50%: respuesta mína o nula.
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