Todo acaba descubriéndose, tarde o temprano. Banco Madrid está perdido y no acierta con su estrategia de Comunicación, ni con ninguna otra. Y es que, después de que ayer lanzara un comunicado 16 horas después del inicio de la crisis para intentar calmar los ánimos de sus clientes, a última hora de la tarde volvía a emitir otro en el que se desdecía de alguno de los puntos del primero. Un caos comunicativo que se saldaba con la dimisión (forzada por el Banco de España) de la cúpula directiva de la entidad. ¿Y ahora qué? El editor del Grupo prnoticias.com, Pedro Aparicio, ya advirtió en prnoticias que esta situación iba a acabar sucediendo, debido a un supuesto blanqueo de capitales relacionado con las cuentas de Jordi Pujol.
‘Donde dije digo, digo Diego’, reza el refrán que ha copiado al dedillo Banco Madrid para intentar salir de la profunda crisis de reputación en la que se ha visto sumida la entidad tras la intervención del Banco de España. A pesar de que su cúpula y su departamento de Comunicación ya veían venir esta situación desde que saliera a la luz el caso Pujol, no han sabido crear una estrategia convincente que ayude a la corporación a ‘capear’ este temporal.
En su primer comunicado, Banco Madrid echaba balones fuera y se desmarcaba de su matriz, Banca Privada D’Andorra (BPA), acusada por EE.UU de blanqueo de capitales y de estar al servicio del crimen organizado. Pero los acontecimientos se precipitaron y a lo largo del día se dio a conocer la dimisión del consejo de administración de la entidad, con el objetivo de ‘facilitar la actuación interventora’ iniciada por el Banco de España’, tal y como rezaba el segundo comunicado. Una incongruencia, ya que unas horas antes el primer comunicado afirmaba que ‘La intervención del Banco de España no supone ningún cambio en la gestión de Banco Madrid. Tanto la dirección de la entidad como su consejo de administración mantienen y ejercen todos sus poderes y cuentan con toda la capacidad de decisión sobre la gestión’.
Banco Madrid se ha convertido en la primera entidad en nuestro país que durante la crisis ha sido intervenida por el Banco de España por sospechas de blanqueo de capitales, por lo que este tipo de incoherencias en su estrategia de Comunicación no hacen más que hundir aún más la reputación de una corporación que genera cada vez más recelo en el sector, que ya comienza a dudar de su futuro en solitario si finalmente se procede a la venta de BPA.
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