La muerte súbita en deportistas se puede descartar en más del 90% de los casos

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La sociedad actual está marcada por el sedentarismo y un estilo de vida que requiere poca actividad física. Paralelamente, en los últimos años se está experimentando un aumento en el interés por la práctica de deportes como el running y la participación en carreras populares, triatlones, etc., actividades que suponen un sobreesfuerzo físico que no siempre se valora de manera adecuada. Para el Dr. Alfonso Castro Beiras, cardiólogo del hospital HM Modelo de A Coruña, “el ejercicio es un arma de doble filo, es beneficioso para la salud pero puede ser causa de deterioro cardiaco o muerte en determinadas situaciones. Antes de comenzar a desarrollar una actividad deportiva de manera constante es recomendable descartar cualquier trastorno de la morfología y de la parte eléctrica del corazón en los jóvenes menores de 35 años y de cardiopatías isquémicas o coronarias en pacientes de mayor edad. Con un sencillo reconocimiento se descartaría más del 90% de los casos de muerte súbita en deportistas”. Para el Dr. José Ramón Barral, especialista en Medicina del Deporte, “en los últimos años se ha perdido mucho el respeto a las pruebas de larga distancia. Participa gente con poca preparación y como consecuencia pueden tener alteraciones importantes del sistema renal, destrucción masiva de músculos, golpes de calor… pero sobre todo una solicitación máxima del sistema cardiovascular. En España no hay una ley que prohíba participar en competiciones deportivas por causa médica, ni que regule los reconocimientos necesarios para su práctica. En países como Italia sí, donde se ha demostrado la eficacia de un control cardiológico previo, bajando notablemente el índice de mortalidad súbita”.

 Reconocimientos que se deben realizar antes de iniciar un depEl reconocimiento previo al inicio de una actividad deportiva se realiza en una sola sesión llevada a cabo por un equipo médico integral. Especialistas en Medicina Deportiva y Cardiología Deportiva recomiendan qué deporte es más adecuado a cada persona, ayudando a los deportistas a minimizar riesgos y optimizar su actividad para adecuar sus entrenamientos. La Dra. Ángela López, cardióloga del hospital HM Modelo de A Coruña, define los pasos a seguir para comenzar la práctica de un deporte minimizando los riesgos de padecer algún problema del corazón. “Con un reconocimiento de pre-participación deportiva por parte del equipo de Cardiología Deportiva, se revisa el historial clínico del paciente, antecedentes familiares relevantes, un electro y un eco-cardiograma que sirven para descartar problemas cardíacos”. A continuación, se realiza una serie de pruebas de esfuerzo que establecen el “límite de seguridad” en el que se comprueba que el funcionamiento de los órganos es correcto bajo determinados niveles de esfuerzo (medición de la frecuencia cardíaca y valoración de la respuesta a un protocolo de ejercicios físicos, consumo de oxígeno…). Los resultados de estas pruebas sirven para que el equipo de Medicina Deportiva haga un diseño personalizado del entrenamiento adecuado a las características físicas y metabólicas de cada uno”. Asimismo, a la hora de optimizar los entrenamientos deportivos, es importante que la persona que vaya a realizar deporte de manera continuada se haga estos reconocimientos periódicamente.

Muerte súbita derivada de la actividad deportiva

Uno de los retos a los que se enfrenta la Medicina Deportiva es bajar el número de muertes súbitas producidas durante la práctica de deporte. En España, cada día muere una persona por muerte súbita mientras hace deporte, el dato entre personas menores de 35 años es de una muerte cada cuatro días. Con un control médico adecuado, estas muertes son evitables, por eso nacen la Medicina Deportiva y la Cardiología Deportiva, una tendencia que en Europa está emergiendo a toda velocidad. Para el Dr. José Ramón Barral, “el fin es reducir al mínimo el riesgo de muerte súbita vinculada al deporte. Es un objetivo ambicioso que tiene que pasar necesariamente por superar los reconocimientos basados en recomendaciones mínimas (como se venía haciendo hasta ahora) para intentar descartar todas las causas conocidas que la provocan”. En cuanto a sus causas, el 90% de los casos de muerte súbita están relacionados con problemas en el corazón. Las causas en personas por debajo de los 35 años en su mayoría son debidas a alteraciones congénitas no reconocidas. A partir de los 35 años las causas más habituales son enfermedades coronarias desconocidas o no bien valoradas para el ejercicio que se va a desarrollar.

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