La tecnología, el verdadero enemigo de una dieta saludable

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Comer de forma saludable ya no es solo cuestión de calorías, azúcares o grasas. Los verdaderos problemas de nuestra dieta no están tanto en los ingredientes sino en cómo los ingerimos. Lejos quedó aquello de ‘deja el móvil mientras comes‘ que tú madre te decía hace no más de una década. Ahora la madre eres tú, tienes smartphone y no te separas de él ni en la mesa.

Durante la semana nuestras comidas son hiperconectadas, breves y solitarias, según los resultados del estudio ‘Cómo comen los españoles’, elaborado por Elena Espeitx, miembro del Grupo de Investigación Bienestar y Capital Social de la Universidad de Zaragoza. Y el fin de semana no mejoran, el smartphone se ha convertido en nuestro mejor amigo y lo hemos cambiado por una buena conversación. 

La tecnología ocupa hoy en día un lugar de relevancia a la hora de sentarse a la mesa. El telefóno y la televisión son nuestros comensales preferidos. El esmartphone es, sin duda, el invitado estrella, comamos solos o acompañados. Según este estudio, 8 de cada 10 personas están pendientes de él mientras comen y de estos, el 60% lo deja sobre la mesa, la mayoría con sonido. Como curiosidad decir que esta tendencia se observa más en mujeres que en hombres, que acostumbran a guardar el teléfono en el bolsillo.

Pero no solo le damos un lugar privilegiado al móvil en nuestras comidas, sino que la televisión también es una de las grandes protagonistas. Según este estudio más de la mitad de la población tiene la encendida la ‘caja tonta’ mientras come y hasta un 90% la ve mientras cena. Unos lo hacen por distraerse, otros por estar informados, pero todos cuentan con ella como un comensal más en la mesa.

Y si a la tecnología le añadimos rapidez, nos queda un refrito muy poco saludable. Entre semana dedicamos 15 minutos o menos a comer, sobre todo los jóvenes, pese a que las pausas tanto en el trabajo como en la Universidad son más largas que en el resto de Europa. Sin embargo, preferimos invertir este tiempo en trabajar más, cumplir con obligaciones familiares o hacer deporte in extremis. Esta premura, además de impedirnos la desconexión, también nos proporciona muchas veces alguna que otra molestia digestiva, más en mujeres.

Y como último ingrediente, la soledad. En España tenemos fama de organizar buenas comidas y mejores sobre mesas, pero los datos indican que no le dedicamos suficiente tiempo a ello. Hemos dejado de lado la conversación y el móvil se ha convertido en nuestro único amigo a la hora de comer.

No disfrutamos las comidas pero por suerte somos conscientes de esta situación. 7 de cada 10 afirman ser más felices si comen acompañados, eso sí de familiares y amigos, y no de Twitter, Facebook o Whatsapp.

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