Con el fin de difundir y fomentar internacionalmente los atractivos turísticos y gastronómicos de Madrid, Iberia Express, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Turismo de Madrid Destino, ofrecerán de manera gratuita durante cinco días un mini-bocadillo de calamares a los pasajeros de todos sus vuelos europeos con destino a la capital. Los pasajeros recibirán, además, un folleto informativo sobre este clásico gastronómico madrileño, con sugerencias de establecimientos típicos donde poder comerlo, desde las opciones más tradicionales a las más innovadoras. Más de 13.000 bocadillos de calamares volarán por el espacio aéreo europeo deleitando a los pasajeros de los más de 80 vuelos internacionales de Iberia Express con destino a Madrid que tendrán lugar entre los días 26 y 30 de octubre, provenientes de las ciudades europeas de Ámsterdam, Berlín, Birmingham, Burdeos, Copenhague, Dublín, Edimburgo, Londres, Lyon, Manchester, Nantes, Nápoles, Niza, París, Rennes y Stuttgart.
Esta acción se enmarca dentro de la apuesta de Iberia Express y el Ayuntamiento de Madrid por promocionar nacional e internacionalmente Madrid como referente turístico y gastronómico, y va en línea a su espíritu de compañía de desarrollar iniciativas originales que mejoren la experiencia de vuelo de los clientes.
En palabras de Paloma Utrera, Responsable de Ventas de Iberia Express, “En Iberia Express siempre hemos estado muy comprometidos con la promoción de Madrid como capital turística, cultural y gastronómica, no solo porque es nuestro centro de operaciones, sino porque de verdad estamos convencidos de la riqueza de su oferta en todos los sentidos. Sorprender a nuestros pasajeros con la degustación de este sabroso clásico madrileño es algo que nos apetecía mucho y estamos seguros de que les dejará un excelente sabor de boca que les hará repetir, tanto en Madrid como con Iberia Express”.
Según Miguel Sanz, director de Turismo de Madrid Destino, “el bocadillo de calamares es un simbolo gastronómico de Madrid que representa algunos de los grandes valores de la cocina madrileña: calidad, dieta mediterránea y diversidad. Tenemos que sentirnos orgullosos de una receta hecha con producto de mar, aceite de oliva y panes de calidad. Un símbolo de la capital que puede degustarse tanto en su versión clásica como en otras más modernas y que refleja a la perfección el carácter de la capital y de su exquisita cocina”.