El pasado 5 de mayo se celebró en el Auditorio Eventos Agencia EFE el EFE Fórum salud, un evento que llevaba por título “Sostenibilidad y Transformación del Sistema Sanitario”, y que estuvo impulsado por la distribuidora farmacéutica Cofares. Al acto, y en calidad de ponentes, acudieron distintos expertos en el mundo de la salud como Carlos González Bosch, presidente de Cofares; Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, y Julián García Vargas, Exministro de Sanidad y Defensa. Los expertos, que encontraron algunas diferencias en sus discursos, coincidían en la necesidad y el reto de transformar nuestro Sistema Sanitario en busca de una sostenibilidad.
El primero de los expertos en ofrecer su visión fue Carlos González Bosch, que comenzó alertando acerca del riesgo que supone la politización de la sanidad, algo que viene observando con demasiada frecuencia en un sector tan importante para todos como es el de salud. Al mismo tiempo también cree que la realidad obligará a los políticos a abandonar esta práctica puesto que los datos recogidos necesitan de una respuesta conjunta por parte de todos los actores. Entre estos datos está que “el 80% de del gasto sanitario y el gasto farmacéutico se lo llevan los enfermos crónicos”.
Claves para el cambio en el Sistema Sanitario
Entre las claves que da el presidente de Cofares para afrontar los retos del futuro está la creación de un espacio socio-sanitario, en el que ambas esferas, la de lo social y la de la salud, dejen de ir por separado. En la misma línea, cree imprescindible la colaboración público-privada para el sostenimiento del Sistema Sanitario, y critica a aquellos que creen que el modelo sanitario privado debe desaparecer, apostillando “que durante la crisis el Sistema Sanitario Público dejó de invertir en desarrollo, mientras que el privado no ha dejado de hacerlo”. Finalmente pone el foco sobre los recursos existentes, y duda del discurso de los que opinan que hay pocos. González Bosch es de la opinión de que “hay recursos suficientes pero su uso no es el adecuado”, y propone auditorías para resolver si efectivamente se necesitan recursos, y aprovecha para señalar que son precisamente los que defienden la escasez de los mismos los que se niegan a realizar esas auditorías.
A continuación, Julián García Vargas puso en valor nuestro Sistema Sanitario, el cual, al contrario de lo que mucha gente piensa, “no es público, sino mixto”, y dijo que “apenas 20 países disfrutan de un sistema como el nuestro”, lo que nos convierte, según sus palabras, en “unos privilegiados”. Es precisamente por esto que el Exministro de Sanidad y Defensa cree que “la Sanidad no aparece en primera página de la agenda política ni entre las primeras preocupaciones de la gente, porque funciona”. Y al mismo tiempo que señala que ciertamente durante los años de crisis se le ha privado de financiación, el sistema ha reaccionado bien y tiene “una actividad superior a los años 2011 o 2012”.
Pero García Vargas señala la necesidad de que nuestro Sistema Sanitario esté cohesionado, y que al existir aseguramiento privado, se establezca una relación que favorezca el diálogo entre las dos naturalezas de nuestra sanidad. De la misma manera cree que los historiales clínicos de las personas se puedan compartir entre comunidades autónomas, ya que la situación actual “no convierte nuestro sistema en un Sistema Nacional de Salud, sino en un Sistema Interautonómico de Salud”.
“El Sistema Sanitario no puede ser gratuito y universal a la vez”
Según Julián García Vargas, que se define a sí mismo como socialdemócrata reformado, la socialdemocracia debe abandonar el discurso de la sanidad universal y gratuita. Señala que las comunidades autónomas han perdido capacidad distributiva en materia fiscal, lo que imposibilita la universalidad y gratuidad del Sistema Sanitario. El Exministro aboga entonces por un sistema de copago en función de la renta, del que “se discrimine” a la gente con poca capacidad adquisitiva, y para soportar su tesis ha dicho que “solo los ricos pueden prescindir del Estado”, “los pobres necesitan del Estado y de una sociedad organizada en torno a la recaudación”.
Finalmente, en su turno, Julio Sánchez Fierro señaló que la sostenibilidad de la sanidad ha sido siempre motivo de discusión desde su nacimiento, y ha señalado que recientemente, con la eclosión de la crisis, se han producido situaciones contradictorias en torno a este tema. Sánchez Fierro señala que “la evolución en la sanidad en términos de PIB en los años inmediatamente anteriores a la crisis era de décimas, y sin embargo en el 2008 y 2009 se produce un incremento muy superior del gasto, lo que no se correspondió con un incremento de ingresos”, por lo que esos gastos luego no eran compensados “y vivíamos en una cierta irrealidad.
Oportunidad perdida
El vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad lamentó “la oportunidad de oro” que se tuvo en el año 2005 con la convocatoria de presidentes autonómicos y donde se fracasó en la puesta en marcha de un plan de financiación propio de la sanidad donde no se consiguió lo esperado ni lo necesitado. Pero Sánchez Fierro apuntó que la sostenibilidad no tiene que ver solo con un punto de vista económico, sino también humano, y es necesaria también una transformación cultural enfocada en aspectos de la relación médico-paciente, capaz de humanizar la sanidad humanizar la sanidad, “por lo tanto el gasto es importante, pero no lo es todo”.
Julio Sánchez Fierro cree que no es sostenible que los servicios sanitarios estén deslavazados en un sistema que ofrece “atención primaria por allí, especializada por aquí y oncología por allá” y piensa que la organización sanitaria debe caminar a ser integral y por paciente, “el paciente no es fraccionable, es una persona y eso requiere una nueva forma de enfocar la organización sanitaria”. La eficiencia, pues, no es solo hacer balance económico y ver cuánto se ha ahorrado, sino “en saber de qué ha servido esto”. Sánchez Fierro critica que no haya informes de datos en resultados de salud, “se quedan en el número de altas o bajas, pero no hay datos sobre la salud de las personas”, y atendiendo a esto, cree que la digitalización es fundamental para recabar datos, “porque sin datos no se puede gestionar”.
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