…o lo que surja

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¿Eres de los que te gusta quedar para tomar algo… y lo que surja? Esta expresión se utiliza de manera habitual en las citas a ciegas o cuando queremos ligar o ir más allá de la amistad, tienen un contenido de seducción, de fantasía, de tantear la reacción de la otra persona y ver si lo que puede empezar como una simple cita puede conducirnos a algo más en el terreno afecto y sexual.

Me gustaría usar esta idea para desarrollar un tema que nos incumbe a todos de alguna manera, independientemente de nuestro género y de nuestra orientación sexual.

Me refiero al hecho de vivir con esa apertura a fluir con aquello que surja. No me refiero tanto a la idea de ir a la deriva sin rumbo ni control, pero sí a dejarnos llevar por el timón de la confianza de que todo lo que acontece tiene un “para qué” y una finalidad que nos conducirá a lo mejor.

En muchas ocasiones me encuentro planificando todo, vivo anticipadamente organizando el día de mañana, la semana que viene e incluso los meses que están por venir o hasta el año entero. Y no hay nada malo en ello, de hecho es hasta necesario debido al formato social en la que nos movemos. El problema está cuando no nos damos el permiso a salir de lo que nosotros mismos nos hemos marcado, cuando no dejamos espacio para lo que surja.

Así que la próxima vez que digamos esta expresión de “…y lo que surja”, preparémonos para  que así sea.

¿Pero cómo podemos hacerlo? Os sugiero algunas ideas:

  1. Creer en el poder de la palabra. Cuando decimos algo, tiene un poder significativo. Cuidemos nuestro lenguaje y usémoslo a nuestro favor.
  2. Mantener la expectación. Cada día es nuevo y puede ser diferente, si estamos expectantes, estaremos más abiertos a percibir lo que surja.
  3. Ser flexibles. No sentenciarnos a los planes establecidos, permitir los cambios de planes y acogerlos con ilusión.
  4. Cultivar la intuición y la sensibilidad para ser capaces de ver donde quizás otros no vean.
  5. No siempre lo que surja será aquello que queremos hacer, y no tenemos por qué hacerlo. Somos libres para elegir.
  6. Mantener una actitud de aprendizaje constante. Si creemos que lo sabemos todo, no nos daremos la oportunidad de aprender cosas nuevas.
  7. Asumir nuestra responsabilidad. No es lo mismo dejarse llevar por la corriente que elegir fluir con una corriente elegida.

Teniendo todo esto en cuenta verás que lo que surja puede ser lo mejor que te puede pasar, mientras tanto sigue haciendo planes y que uno de ellos sea abrirte a lo que surja.

Seguiremos informando…

 

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