El Museo Tiflológico de la ONCE expone ‘ONCE miradas creativas’ de 11 artistas ciegos

Vía Láctea, una de las obras expuestas
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‘ONCE miradas creativas’ es el título de la exposición colectiva en la que 11 artistas ciegos muestran sus creaciones elaboradas, en muchos casos, desde la oscuridad, demostrando que la ceguera no es un obstáculo para desarrollar actividades artísticas. Fotografías, pinturas y esculturas podrán verse, y en muchos casos tocarse, del 29 de noviembre de 2018 al 12 de enero de 2019, en el Museo Tiflológico de la ONCE (calle de La Coruña, 18. Madrid), en horario de martes a viernes de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas; sábados de 10 a 14 horas; domingos, lunes y festivos: cerrado.

Las obras expuestas en esta muestra cuentan con los títulos en Braille, y, además, están provistas de códigos QR, con información accesible a personas con ceguera o discapacidad visual a través de teléfonos móviles.
César Delgado expone ‘A la caverna de Platón’, una litografía de 1996. Delgado, nacido en Madrid, en la etapa anterior a la ceguera su actividad artística se centraba en el óleo y el carbón. Al quedarse ciego, y con su formación en el Círculo de Bellas Artes (Talleres de Arte Actual), ensayó cómo desarrollar su creatividad hasta dar cuerpo a una forma de expresión artística singular.

Andrés Clariana trae al Tiflológico ‘Vía Láctea’, una escultura en arcilla blanca, de 2018. Nacido en Barcelona, en 1998 ingresa en la Escuela Masana de la Ciudad Condal, para estudiar escultura, donde realiza trabajos de modelado en moldes de escayola, diversas resinas y talla en madera y piedra. En 1991 estudia en la Escuela Carmen Muset, realizar estudios de pintura, trabajos en lápiz, carboncillo, pastel y óleo.

Kelly Arrontes expone su visión de ‘Cuando el arte fluye como el agua’, en una pintura acrílica sobre lienzo (2018). La vallisoletana Kelly Arrontes retrata a personajes famosos en cuadros de gran formato. Para esta pintora, su discapacidad visual no es un obstáculo para sacar de cada personaje lo que ella quiere porque “cuando pinto personas, trato de adentrarme en su interior”, afirma.

Juan Torre, también fotógrafo, muestra a ‘Retrato de Sofía Moro’, en una fotografía digital (2012). Juan Torre, nacido en Getxo (Bizkaia) comenzó su experiencia profesional como redactor gráfico en publicaciones como La Gaceta del Norte, Tribuna Vasca, o Diario 16. Sus fotografías son en relieve, para que puedan ser tocadas por personas ciegas.

Gregorio Martínez Ruiz ‘Goyo’ expone ‘Mi amigo Alfredo Cáliz’, una fotografía digital de 2014. Nacido en Haro (La Rioja), es un autodidacta de la fotografía, afición que practica desde su juventud. Una vez superadas las dificultades visuales continuó realizando fotografía, para demostrar a otras personas ciegas las múltiples visiones accesibles de ciudades monumentales y paisajes en plena naturaleza.

Carme Ollé trae al Tiflológico ‘Kerapacupai Vená’, fotografía digital de 2011. Nacida en Barcelona, Carme Ollé aprendió en el laboratorio fotográfico de Can Sàbat el arte de la fotografía. El paisaje y la composición y el retrato configuraron inicialmente su trayectoria fotográfica. En la actualidad es el paisaje el objeto de su mirada.

Luz Galván, expone su acrílico titulado ‘Destellos’. Nace en Pola de Laviana (Asturias), estudia Bachillerato en el Colegio de Santa Teresa de Jesús, en Oviedo, y cursa estudios de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Santiago de Compostela. Máster en Accesibilidad Integral por la Universidad Autónoma de Madrid. Realiza estudios de Programa Universitario de Mayores en la Universidad Autónoma de Madrid. Comienza a pintar en 1993, realizando numerosos cursos de distintas técnicas en Arte Estudio. En 2003 se afilia a la ONCE por degeneración macular.

José Julio Flores (Madrid), expone la fotografía “Homenaje a Pina”. Su discapacidad visual no le ha impedido exponer y participar con su obra en distintos proyectos. Sus fotografías han sido expuestas en la Galería Dalí (Toledo), o en la Sala de exposiciones del Centro de promoción de la artesanía (Talavera de la Reina). Ha colaborado en diversos proyectos como campañas en defensa del medio ambiente, y en cortometrajes uno de los cuales ‘La burla del jardinero’ ha ganado el premio al mejor corto del festival de Castilla-La Mancha.

Ataúlfo Casado nace en Navalagamella (Madrid) el 14 de enero de 1948. Vivió en su pueblo natal hasta los 7 años, donde acudía a la escuela local a estudiar. Su maestro le inculcó la contemplación de la naturaleza, siendo, a consideración del propio Casado su primera fuente de inspiración. Ataúlfo es protagonista de un documental “Ata pintando negro “, basado en su vida y en su faceta como pintor. Trae al Tiflológico ‘Serie por la Rosa y la Espina: Mareas’ (2016).

Elena Rodríguez Rial (Vigo), se forma con el curso de pintura en la Escuela Municipal de Artes y Oficios de su ciudad. En 2010 recibe el Primer Premio de Pintura otorgado por la Asociación Antiguos Alumnos del Colegio Apóstol Santiago. Con su obra pictórica ‘Décision’, ofrece un paisaje con fondo negro tal y como ella lo percibió con su discapacidad visual, mientras realizaba una excursión.

Vivencio Moro, Pedraza de Campos, Palencia (1933-2013). De este escultor se puede ver y tocar su obra ‘Violinista en las cavernas’, una talla directa en cepa de vid, en 1999, donada al Museo Tiflológico en 2003. Comenzó a realizar sus esculturas a partir del año 2000 como artista autodidacta, utilizando la cepa de vid, fundamentalmente. En su corta pero fructífera trayectoria, realizó varias exposiciones en Castilla y León.

El Museo Tiflológico de la ONCE

El Museo Tiflológico (http://museo.once.es) es un espacio accesible a todos los públicos, donde se emplean, como canales de entrada de la información, el tacto y el oído, junto al tradicional de la vista. En sus salas se muestran cuatro colecciones: la de maquetas de monumentos arquitectónicos, la de obras de artistas con discapacidad visual grave, la de material tiflológico y la de libros en braille y otros sistemas de escritura anteriores a la creación de la ONCE.

Se inauguró el 14 de diciembre de 1992 y es un espacio concebido para que sus visitantes puedan ver y tocar las piezas expuestas, aunque lo que realmente lo hace original y único es el hecho de ser un museo que nace por decisión de sus usuarios y diseñado por estos a la medida de sus necesidades. En él se exhibe el patrimonio cultural de la ONCE y se desarrollan los programas de exposiciones temporales de obras de artistas ciegos y de extensión museística a través de la exposición itinerante de sus fondos. En ambos casos el objetivo es promocionar y satisfacer las necesidades culturales de las personas con discapacidad visual grave, así como servir de escaparate a los esfuerzos de integración y normalización perseguidos por la ONCE.

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