La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid fue el escenario escogido para la presentación de Alianzas y propaganda durante el primer franquismo, una recopilación de estudios firmados por reputados historiadores que proponen nuevos enfoques a un periodo histórico caracterizado por la autarquía económica y la construcción del régimen franquista.
Encarnación Lemus, Manuel Peña, Carlos Collado Seidel, Misael Arturo López Zapico, Francisco Contreras, Zira Box, Magí Crusells y Alberto Carrillo-Linares son los encargados del contenido del libro, que está prologado por Carlos Martínez Shaw, catedrático de la UNED y miembro de la Real Academia de la Historia. En su prólogo, Martínez-Shaw destaca “los elementos de reflexión que los diferentes textos proponen al lector, sobre unas temáticas todavía poco transitadas por los historiadores españoles”.
Misael Arturo López Zapico, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y autor de uno de los capítulos del libro, fue el encargado de abrir el acto, introduciendo a Encarnación Lemus, catedrática de la Universidad de Huelva; Manuel Peña, catedrático de la Universidad de Córdoba; y Álvaro Soto,catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.
Soto elogió el hecho de que el libro abre nuevas preguntas sobre el franquismo, imprescindibles porque “tenemos verdades demasiado ancladas que son mitos construidos, tanto por la derecha como por la izquierda”. Para el catedrático de la UAM, la principal característica del franquismo fue su carácter camaleónico que se adaptó en busca siempre de la supervivencia del régimen político y de su ejercicio dictatorial del poder.
Encarnación Lemus, coordinadora del libro, subrayó que los distintos trabajos recogidos en la publicación aportan datos clave para entender las continuas negociaciones enmarañadas que se consolidaron como dinámica habitual durante los años 40. Por su parte, Manuel Peña quiso centrarse en la importancia de las informaciones desveladas en la obra sobre Demetrio Carceller Segura, al que tilda como “el ministro negociador por excelencia de los primeros gabinetes de Franco, un hombre con una enorme habilidad política y económica”.
Según Peña, “los datos inéditos que se revelan en la obra, muestran un personaje clave para nuestra historia, desconocido hasta ahora y del que únicamente se conocían las valoraciones que otros hicieron de él, puesto que no dejó constancia por escrito de su acción y de su pensamiento”.{wbamp-show start}
Los primeros años del franquismo, a examen
Hasta 1945, el régimen franquista estuvo inmerso en una estrategia posibilista, que le llevó a tejer una red de continuas negociaciones enmarañadas, con la traída y llevada guerra del wolframio. Se trataba de aguantar y sobrevivir al final de la II Guerra Mundial con continuos reacomodos. Una política adaptativa en la que se entrecruzaron, en ocasiones de manera contradictoria, los prioritarios intereses económicos y los artefactos ideológicos con el objetivo de apuntalar al régimen.
Los distintos capítulos que conforman este libro abordan diferentes aspectos de este tira y afloja. Arturo López Zapico ahonda en la progresiva aceptación del franquismo al hilo del permanente interés norteamericano por mantener las cuotas de intercambio comercial durante y después de la II Guerra, mientras que Carlos Collado Seidel desarrolla las contemplaciones de los aliados para aplicar la estrategia del Safehaven y beneficiarse de la liquidación de los bienes alemanes.
Francisco Contreras es el encargado de desarrollar el gran éxito negociador de Demetrio Carceller para mantener abiertos los conductos comerciales con ambos bandos contendiente, Zira Box explica la fuerte permanencia del lenguaje político para consumo interno a pesar del reacomodo exterior y Manuel Peña y Magí Crusells profundizan en el nulo reconocimiento de los derechos democráticos, representados aquí por la censura aplicada a la prensa, la radio, el libro o la cinematografía pero también la inagotable imaginación para burlarla. Por último, Alberto Carrillo ilustra la represión de la enseñanza y el no reconocimiento de la libertad de cátedra y la larga vigilancia sobre la ciencia dependiente primero de Falange y luego bajo control de los católicos.
Seguiremos Informando…