Corría el minuto noventa en el estadio del Ajax de Amsterdam, recientemente bautizado como Johan Cruyff Arena, cuando el defensa central del Real Madrid Sergio Ramos cometía una infracción que le suponía ver una tarjeta amarilla. Ésta provocará que el jugador se pierda la vuelta de la eliminatoria; en todo caso, atendiendo a las normas de la competición, si hubiera forzado la acción, debería sería sancionado.
Ante este panorama, y sabiendo que otros jugadores ya han sido sancionados por este motivo, parecía claro que el jugador sabía lo que tenía que decir ante los medios de comunicación: que había sido una acción del juego y que no había forzado la tarjeta. En su primera declaración, a pie de campo y ante el micrófono de Ricardo Sierra, Ramos siguió esta línea argumentando que había sido un lance del juego.
A continuación se fue a los vestuarios donde, tal y como ha relatado el presentador de El partidazo (COPE) Juanma Castaño, el equipo de prensa del club accede al mismo para dejarle claro al sevillano que debía mantener esta línea argumental con los distintos medios con los que hablase posteriormente.
Así, una vez que parece consolidada la estrategia del equipo de comunicación, Ramos sale del vestuario para atender a las televisiones y, cuando un periodista le pregunta por la acción, baja la guardia y reconoce que sí había forzado la tarjeta. Esto provocó un tsunami en el equipo de comunicación del Real Madrid, consciente de que el jugador podría ser sancionado como ha ocurrido en otras ocasiones, y pasa a la acción para intentar poner la venda en la herida.
Por esta razón, es el propio jefe de prensa del Real Madrid, Carlos Carbajosa, el que se acerca al jugador antes de que atienda a las radios desplazadas a Holanda y le comenta “no digas que has provocado la amarilla”. Tras este aviso, cuando Ramos atiende a los reporteros radiofónicos dice que la acción ha sido un lance del juego y que lamenta perderse la vuelta de Champions.
Castaño ha recalcado que “se confiaron todos en el club porque la primera respuesta que tiene es justo la que tiene que dar”. Además, en el programa compararon la actitud mostrada por el sevillano en zona mixta con el discurso empleado por su compañero Carvajal esta misma temporada y ante una polémica similar; el periodista Miguel Ángel Díaz ha relatado cómo actuó el lateral en esa ocasión “con cara de niño bueno dice que él no llevaba la cuenta de las tarjetas que había visto en liga, que se lo habían dicho en vestuario, y que era una pena perderse el siguiente partido”.
Mensaje en Twitter
Azuzado ante la polvareda que habían provocado sus comentarios y el problema que podría provocar a su equipo, Ramos decidió lanzar un mensaje en Twitter en el que recalcaba no haber forzado la tarjeta y lamentaba no poder participar en el partido de vuelta.
Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de @ChampionsLeague, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos.#HalaMadrid https://t.co/zL0Heok5Vp
— Sergio Ramos (@SergioRamos) 13 de febrero de 2019
En todo caso, parece que el haber dado dos versiones distintas ha provocado que la UEFA tome nota del asunto y habrá un expediente al jugador, que podría ser sancionado por el comité de competición.
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