¿Por qué es necesaria una estrategia de voluntariado corporativo? ¿Cómo implicamos a los empleados con el proyecto? Ésta y otras preguntas han sido el eje central del encuentro Las Claves del éxito del Voluntariado y la Acción Social Empresarial, organizado por Ayuda en Acción y la empresa de Comunicación y Posicionamiento Estratégico, ATREVIA.
A lo largo de la mañana han compartido sus experiencias Cristina Moral Zarrabeitia, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Ferrovial, Lola Zamarra Arjonilla, directora del Área Social y Voluntariado de Fundación Repsol y Fernando Pastor Fernández-Fábregas, responsable del programa de voluntariado Internacional de “la Caixa”. El evento también ha contado con la participación de Marta Marañón, directora de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción y Rocío Pérez de Sevilla, directora de Reputación y RSE de ATREVIA.
Marta Marañón ha introducido el desayuno mostrando cómo Ayuda en Acción afronta la agenda 2030 a través de alianzas con el sector público, el sector privado y la sociedad civil desde un enfoque de reducción de brechas de pobreza, desigualdad y género; y destacando que una de las claves del éxito de la colaboración estratégica entre entidades sociales y empresas o fundaciones empresariales es el voluntariado corporativo.
“Cuando los voluntarios se involucran en los proyectos en los que invierte socialmente la empresa, hay un aporte de valor para todas las partes; el impacto social se multiplica cuando el voluntariado es de carácter técnico o es considerado como una asistencia profesional de corta duración en la que se transfiere conocimiento”, comenta Marañón.
”la Caixa” se ha afianzado como una de las principales fundaciones del mundo por volumen de activos y presupuesto. En los últimos años, especialmente a raíz de la crisis de 2008, han centrado su actividad en tres grandes ejes: los proyectos sociales con la creación de empleo e integración de las personas en peligro de exclusión como uno de los principales objetivos; la Cultura, la Ciencia e Investigación.
Fernando Pastor ha explicado cómo, sólo en el último año, “la Caixa” sumó a casi 10.000 voluntarios –siendo 4.000 de ellos empleados y 6.000 familiares y clientes-, 78.000 horas de trabajo voluntario, más de 24.000 actividades, beneficiado a casi 170.000 personas. Un éxito que viene reforzado por un plan estratégico que incluye entre sus objetivos fomentar la participación de sus empleados, organizando actividades como la Semana Social dos veces al año o la posibilidad de solicitar una “excedencia solidaria” para dedicarse a alguno de los proyectos que promueve la fundación. Entre ellos el Work 4 Progress, junto a Ayuda en Acción, para impulsar plataformas de innovación social en proyectos que faciliten la empleabilidad de mujeres y jóvenes de la India, Mozambique y Perú para proporcionarles más y mejores oportunidades a través de diferentes acciones.
Por su parte, Cristina Moral ha aportado las claves del éxito de los programas sociales de Ferrovial, entre ellos, el relacionado con la creación de infraestructuras sociales de agua y saneamiento en América Latina y África. Para Moral, la efectividad de este proyecto se basa no sólo en la financiación sino en la implicación de los voluntarios de Ferrovial en el proyecto, transfiriendo su conocimiento y experiencia sobre el terreno a la población local. También ha destacado la importancia de buscar alianzas como la suya con Ayuda en Acción para desarrollar el plan de voluntariado y garantizar la consecución de los objetivos.
Finalmente, Lola Zamarra ha hablado sobre la actividad de Fundación Repsol, que desde 2008 se centra en poner en marcha proyectos que canalicen las necesidades sociales de los entornos en los que operan. Para Zamarra, el éxito se consigue “alineando las necesidades sociales con las inquietudes de tus voluntarios y tu propia estrategia, valores, conocimiento y capacidades”. La fundación y Ayuda en Acción desarrollan, en Galicia y Puertollano, un proyecto cuyo objetivo es vencer la desigualdad a través de la educación. El programa ha permitido no solo reducir el abandono escolar en una zona desfavorable sino también poner el foco en una realidad cercana.
Rocio Pérez de Sevilla ha puesto el cierre a esta jornada resumiendo las cuatro principales conclusiones del coloquio: vincular el proyecto de voluntariado al negocio y expertise de la compañía; establecer una estrategia de RSC ordenada, con unos objetivos claros, tiempos y KPIs que permitan medir la evolución de los proyectos; trabajar las alianzas, con entidades de referencia, instituciones u otras fundaciones y comunicar de forma efectiva tanto hacia adentro, para implicar a los empleados y generar orgullo de pertenencia, como hacia afuera, para poner en valor el trabajo realizado vinculándolo a las necesidades sociales.
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