Novartis anuncia la aceptación de la solicitud de registro y de Revisión Prioritaria por la FDA de brolucizumab (RTH258) para pacientes con DMAE húmeda

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Novartis ha anunciado que la Food and Drug Administration (FDA) de EE. UU. aceptó la Solicitud de Licencia Biológica (BLA) de la compañía para brolucizumab (RTH258) para tratar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) húmeda, también llamada DMAE neovascular o DMAEn. En su intento por ofrecer brolucizumab lo antes posible, Novartis usó la revisión prioritaria para acelerar la revisión de la FDA. Si la FDA lo aprueba, Novartis prevé lanzar brolucizumab a finales de 2019.

Las estimaciones sugieren que, en 2020, 1,5-1,75 millones de personas en EE. UU. padecerán DMAE húmeda, una de las principales causas de ceguera en todo el mundo y un problema de salud pública que crece rápidamente. A medida que la enfermedad avanza, los pacientes pueden experimentar pérdida de visión central, con la consiguiente incapacidad para realizar sus tareas diarias. Sin tratamiento, la visión se puede deteriorar rápidamente y provocar ceguera.

“Alcanzar este hito es un paso importante en nuestros esfuerzos para reimaginar el trayecto del tratamiento para personas con DMAE húmeda y sus cuidadores”, afirmó Fabrice Chouraqui, presidente de Novartis Pharmaceuticals Corporation. “Estamos deseando ofrecer el potencial de una nueva opción para pacientes con DMAE húmeda, que a menudo tienen que afrontar considerables dificultades físicas y emocionales causadas por el deterioro visual”.

La solicitud de registro se basa principalmente en datos de Fase III de los ensayos HAWK y HARRIER (estudios multicéntricos prospectivos, aleatorizados, con doble enmascaramiento). El objetivo primario de estos estudios era la no inferioridad frente a aflibercept en el cambio medio de la mejor agudeza visual corregida (MAVC) desde el valor basal hasta la semana 48 (cambio medio en la MAVC de 6,6 letras para brolucizumab 6 mg frente a 6,8 letras para aflibercept en HAWK y 6,9 letras frente a 7,6 letras, respectivamente, en HARRIER). HAWK y HARRIER son los primeros y únicos ensayos comparativos globales en pacientes con DMAE húmeda que han demostrado prospectivamente su eficacia en la semana 48 empezando con un intervalo de dosificación de 12 semanas.

Además, en la semana 48 de los estudios, las principales evaluaciones de objetivos secundarios demostraron un número significativamente inferior de pacientes con brolucizumab con actividad de la enfermedad (23,5% de los pacientes con brolucizumab 6 mg frente al 33,5% de los pacientes con aflibercept en HAWK, y el 21,9% frente al 31,4%, respectivamente, en HARRIER (P=0,0022 para ambos), así como fluido retiniano (marcadores clave usados por los médicos para ayudar a dirigir la gestión de la enfermedad en la práctica clínica (un 31% menos de pacientes con brolucizumab 6 mg tuvieron fluido intrarretiniano (FIR) y/o fluido subretiniano (FSR) en HAWK y un 26% menos en HARRIER, frente a aflibercept (P0,0001 para ambos).

“La DMAE húmeda le roba a la gente algo muy valioso, su vista, y supone una gran carga para las vidas de millones de personas que no sólo afrontan pérdida de visión, sino también la carga de inyecciones oculares frecuentes”, comentó Dawn Prall George, director ejecutivo de la Fundación The Support Sight. “Siempre estamos emocionados por posibles nuevas opciones de tratamiento y esperamos poder ayudar a la gente a gestionar esta terrible enfermedad”.

Acerca de brolucizumab (RTH258)

Brolucizumab (RTH258) es un fragmento de un anticuerpo de cadena sencilla humanizado (scFv) y a su vez, es el fragmento de un anticuerpo de cadena sencilla humanizado más avanzado clínicamente que ha alcanzado esta fase de desarrollo. Los fragmentos de anticuerpos de cadena sencilla son muy buscados en el desarrollo farmacéutico por su pequeño tamaño, mejor penetración en el tejido, rápida eliminación de la circulación sistémica y características de la administración del fármaco.

Esta estructura innovadora registrada da lugar a una pequeña molécula (26 kDa) con inhibición potente y alta afinidad con todas las isoformas de VEGF-A7,10. En estudios preclínicos, brolucizumab inhibió la activación de receptores de VEGF mediante la prevención de las interacciones ligando-receptor. El aumento de la señalización a través de la vía de VEGF se asocia a angiogénesis ocular patológica y edema retiniano. Se ha demostrado que la inhibición de la vía de VEGF inhibe el desarrollo de lesiones neovasculares, resuelve el edema retiniano y mejora la visión en pacientes con enfermedades vasculares coriorretinianas.

Acerca del diseño del estudio HAWK y HARRIER

Con más de 1.800 pacientes en 400 centros de todo el mundo, HAWK (NCT02307682) y HARRIER (NCT02434328) son los primeros y únicos ensayos globales comparativos directos en pacientes con DMAEn que han demostrado prospectivamente su eficacia en la semana 48 usando una innovadora pauta de administración cada 12 semanas/cada 8 semanas; la mayoría de los pacientes tratados cada 12 semanas inmediatamente después de la fase de carga. Ambos estudios son de 96 semanas prospectivos, aleatorizados, con doble enmascaramiento y multicéntricos y forman parte del desarrollo clínico de Fase III de brolucizumab.

Los estudios se diseñaron para comparar la eficacia y seguridad de inyecciones intravítreas de brolucizumab 6 mg (HAWK y HARRIER) y 3 mg (sólo en HAWK) frente a aflibercept 2 mg en pacientes con DMAEn. En ambos ensayos, los pacientes fueron aleatorizados a recibir brolucizumab o aflibercept. Inmediatamente después de la fase de carga de 3 meses, los pacientes de los grupos de brolucizumab recibieron la dosis a un intervalo de 12 semanas con la opción de ajustarlo a 8 semanas en función de las valoraciones enmascaradas de actividad de la enfermedad en visitas definidas. Aflibercept se administró una vez cada dos meses conforme a las recomendaciones en su ficha técnica al inicio del estudio.

Brolucizumab cumplió el objetivo primario de eficacia de no inferioridad frente a aflibercept en el cambio medio de la mejor agudeza visual corregida (MAVC) desde el valor basal hasta la semana 48 con alta significación estadística. Además, brolucizumab demostró su superioridad en tres objetivos secundarios considerados parámetros clave de la DMAEn: grosor central del subcampo de la retina, fluido retiniano (fluido intrarretiniano y/o fluido subretiniano) y actividad de la enfermedad.

En el segundo año, los acontecimientos adversos oculares más frecuentes (≥5% de los pacientes de cualquier grupo de tratamiento) para brolucizumab 3 mg, 6 mg y aflibercept, respectivamente, en HAWK fueron hemorragia conjuntival (10,9%, 8,1% y 8,9%), disminución de la agudeza visual (9,5%, 6,1% y 8,1%), flotadores del vítreo (7,3%, 6,1% y 4,4%), dolor ocular (7,8%, 5,0% y 5,8%), hemorragia retiniana (3,9%, 5,8% y 5,6). %), catarata (5,0%, 5,6% y 3,6%), desprendimiento vítreo (6,7%, 5,3% y 5,3%) y ojo seco (5,6%, 5,3% y 7,2%). Las incidencias de estos acontecimientos para brolucizumab 6 mg y aflibercept, respectivamente, en HARRIER fueron hemorragia conjuntival (4,6% y 5,1%), disminución de la agudeza visual (8,6% y 7,0%), flotadores del vítreo (4,1% y 1,4%), dolor ocular (3,5% y 5,1%), hemorragia retiniana (3,2% y 1,1%), cataratas (3,0% y 11,7%), desprendimiento de vítreo (2,7% y 2,2%) y ojo seco (2,7% y 3,0%).

Acerca de la degeneración neovascular asociada a la edad (DMAEn o DMAE húmeda)

La DMAEn es la principal causa de pérdida de visión grave y ceguera legal en personas mayores de 65 años en Norteamérica, Europa, Australia y Asia, y se estima que afecta a 20-25 millones de personas en todo el mundo. La DMAEn se produce cuando se forman vasos sanguíneos anormales que crecen debajo la mácula, la zona de la retina responsable de la visión aguda central. Dichos vasos sanguíneos son frágiles y liberan fluidos, perturbando la arquitectura retiniana normal y provocando daños en la mácula.

Los primeros síntomas de la DMAEn son visión distorsionada o metamorfopsia y problemas para ver los objetos con claridad. El diagnóstico e intervención temprana son esenciales. A medida que la enfermedad avanza, los daños celulares aumentan, reduciendo la calidad de la visión. Esta progresión puede provocar una pérdida total de visión central, por lo que el paciente no puede leer, conducir o reconocer caras conocidas14. Sin tratamiento, la visión puede deteriorarse rápidamente.

Seguiremos Informando…

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