La política de ajustes que viene aplicando Prensa Ibérica se ha llevado por delante a Levante de Castelló, que cerrará sus puertas a lo largo de este mes. Esta drástica decisión está motivada porque, tras la adquisición del Grupo Zeta, la compañía de Javier Moll contaba con dos diarios en la zona, El Periódico Mediterráneo y Levante de Castelló, así que ha decidido prescindir del segundo, que sumaba casi tres décadas de vida.
Con respecto al futuro de sus trabajadores, el Comité de Empresa ha revelado casi el 50% de la plantilla del periódico se irá la calle, ya que los despidos afectarán a seis empleados, mientras que otros cinco profesionales se trasladarán a la redacción de Valencia y los tres restantes pasarán a formar parte de El Periódico Mediterráneo.{wbamp-show start}
Por su parte, la Unió de Periodistes Valencians ha emitido un comunicado lamentando esta situación, a la que tilda de “nuevo golpe a la profesión periodística y a la necesaria pluralidad informativa”. “Pedimos a los directivos de los medios de comunicación que no recortan en libertad de información. Esta nueva ola de despidos sólo perjudica la calidad de la información y agrava la precarización del sector”, apunta.
En una nota, el organismo ha lamentado que estos despidos lleguen “poco después de que el Institut Valencià de Finances condonase parte de la deuda al grupo periodístico”. “Habría que exigir a la Administración que este tipo de medidas conlleven, como mínimo, la obligación del mantenimiento de los puestos de trabajo”, subraya, asegurando que “el cierre y los despidos anunciados suponen un duro golpe para la información territorial y para toda la ciudadanía de la Comunidad Valenciana, que merece una información local de calidad”.
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