La enfermedad arterial coronaria es la principal causa de muerte en los países occidentales. Esta enfermedad está causada, generalmente, por la aterosclerosis, una patología crónica caracterizada por la acumulación progresiva de colesterol y células del sistema inmune en la pared arterial que, al formar una placa aterosclerótica, obstruye las arterias y puede provocar la muerte debido a una angina o un infarto de miocardio.
Aunque el tratamiento de la enfermedad arterial coronaria se basa en cambios en el estilo de vida hacia una forma más saludable y la administración de distintos fármacos, cuando la enfermedad progresa y se produce una obstrucción importante de las arterias coronarias es necesario un tratamiento de revascularización mediante cirugía cardiaca o intervencionismo coronario percutáneo, un procedimiento que consiste en la dilatación de la arteria con un balón y el implante de un stent (prótesis cilíndrica de metal) en el lugar de la obstrucción. {wbamp-show start}
Sin embargo, en algunas ocasiones, el stent coronario puede fallar debido a un proceso denominado reestenosis, que consiste en la proliferación de células de músculo liso de la pared arterial que pueden llegar a obstruir el stent. Aunque esta reestenosis puede controlarse mediante el uso de stents liberadores de fármacos, en el diez por ciento de los casos sigue produciendo el fallo del stent, siendo un problema clínico aún por resolver.
Es por ello que la comprensión de los mecanismos moleculares que están en el origen de estas obstrucciones y la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas para tratar la reestenosis es una prioridad de cara a la mejora del tratamiento y la prevención del fracaso de los stents tras una intervención de angioplastia.
Ahora, investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) en el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) liderados por el Dr. Luis Miguel Blanco-Colio han descubierto un nuevo mecanismo implicado en este proceso de reestenosis post-angioplastia. Estos resultados, que se han publicado en la revista EBioMedicine, han permitido identificar una posible terapia para esta patología.
Mecanismo molecular implicado en la reestenosis
Mediante análisis de secuenciación masiva, el grupo del Dr. Blanco-Colio ha demostrado que el eje formado por dos proteínas pertenecientes a la superfamilia del factor de necrosis tumoral, denominadas TWEAK y Fn14, participan en la activación de la proliferación y migración de la célula de músculo liso vascular, contribuyendo a la reestenosis y, en último término, al fallo del stent implantado.
En este trabajo, en el que han participado también investigadores del CIBERDEM (CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas) y otras instituciones a nivel internacional, se desvela el mecanismo molecular, hasta ahora desconocido, por el que estas dos proteínas controlan la proliferación celular. Concretamente, se demuestra que el eje TWEAK/Fn14 controla la expresión de un gen supresor de tumores, el p15INK4B, que participa en el mantenimiento del estado de reposo en diferentes células.
“En este estudio hemos demostrado en animales modificados genéticamente, que el eje TWEAK/Fn14 juega un papel fundamental en la formación de la lesión reestenótica tras una angioplastia in vivo, al disminuir la expresión de p15INK4B con el consiguiente aumento de la proliferación celular”, indica la primera firmante del trabajo, la Dra. Nerea Méndez-Barbero.
“Cabe destacar la presencia de TWEAK y Fn14 en lesiones reestenóticas presentes en coronarias humanas, principalmente en células de músculo liso vascular, demostrando de esta manera su importancia fisiopatológica en humanos”, añade la investigadora del CIBERCV y el IIS-FJD.
Anticuerpo dirigido a la proteína TWEAK
“La identificación de mecanismos asociados a la reestenosis post-angioplastia podría facilitar el desarrollo de fármacos útiles para el tratamiento de esta patología”, continua por su parte el Dr. Blanco-Colio.
De hecho, los investigadores han demostrado en modelos animales cómo el tratamiento con un anticuerpo anti-TWEAK es capaz de disminuir de forma significativa la formación de lesiones reestenóticas después de la angioplastia. “Una administración local de bloqueadores del eje TWEAK/Fn14 a través de stents liberadores de fármacos podría ser una buena opción para reducir la tasa de reestenosis”, señalan.
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