En los últimos años se ha instaurado entre la sociedad la costumbre de fumar cigarrillos electrónicos. Una nueva iniciativa que se ha instaurado como alternativa al tabaco que cada vez cuenta con más adeptos. Sin embargo, varios estudios han confirmado que esta práctica tiene efectos nocivos sobre sus consumidores.
La Sociedad Europea de Cardiología ha hecho público a través de su revista European Heart Journal un estudio en el que identifica los principales daños que provocan en los consumidores los cigarrillos electrónicos. Según esta publicación, el consumo de cigarrillos electrónicos, más conocidos como “vapeo” puede dañar los pulmones, los vasos sanguíneos e incluso el cerebro. {wbamp-show start}
Muchos de sus consumidores encuentran esta práctica “más sana” que el consumo de tabaco debido a la ausencia de alquitrán y monóxido de carbono. Sin embargo, muchos de ellos desconocen que el líquido que se consume en este sistema contiene, además de nicotina, otros adictivos químicos que aunque son considerados seguros en la industria alimenticia, no están recomendados por expertos en salud.
Además, existen una serie de mitos respecto a este tipo de tabaco que expertos en neumología han desmentido.
- El uso del cigarrillo electrónico sirve para dejar de fumar: vapear también es adictivo, por lo que no es un método para dejar esta práctica, sino para sustituirla.
- No supone ningún peligro para los fumadores pasivos: lo cierto es que desprenden pequeñas partículas que dañan las vías respiratorias de todo el que lo respire.
- Es bueno para los deportistas: Vapear no mejora en ningún caso el rendimiento deportivo
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