En las próximas semanas, El País se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia: la implantación del muro de pago. Tal y como informó Vozpópuli, el precio por suscribirse al diario que comanda Soledad Gallego Díaz será de 10 euros, lo que ha provocado el escepticismo de muchos consumidores que no creen que vayan a abonar dicho importe para hacerse socio de la publicación de Prisa.
Más allá de la intención de los lectores habituales de El País, cabe recordar que el periódico intentó poner en marcha una medida similar a principios de los 2000s y las consecuencias fueron terroríficas. Allá por 2002, una época en la que Internet no se había convertido en la herramienta fundamental que es ahora para informarse de cualquier evento, el periódico de Prisa optó por apostar por este modelo para obtener un mayor beneficio. “La decisión del pago es arriesgada y probablemente recibirá críticas. Exigirá al usuario una suscripción para disfrutarlo. Son muy pocas las ediciones electrónicas que, hoy por hoy, cobran por visualizar parte de sus contenidos y menos aún los que exigen una llave suscriptora para acceder a toda la web”, apuntó la publicación, que no consiguió cumplir las expectativas.
Dicha decisión acabó convirtiéndose en uno de los fracasos más sonados del grupo y tuvo que ser revocada debido a la mala respuesta que recibió por parte del público, que no estaba acostumbrado a pagar por información. Por si fuera poco, El Mundo, el mayor rival de la que fuera joya de la corona de Prisa, aprovechó esta coyuntura y se hizo con el liderato de la edición digital, una condición que mantuvo durante muchos, muchos años.{wbamp-show start}
Este recuerdo provoca que el periódico no pueda permitirse un ‘resbalón’ de semejante envergadura, por lo que debería medir muy bien los pasos que tiene que dar para implantar su muro de pago. La noticias que se tienen hasta el momento (10 euros la suscripción mensual y tan solo una decena noticias gratis al mes para los no abonados) no parecen especialmente motivadoras teniendo en cuenta el pulso del mercado, que ha llevado a sus rivales a optar por poner en marcha tarifas más baratas y modelos más abiertos para atraer al lector y no caer de manera tan drástica en comScore.
A este aspecto hay que añadirle que El Pais pasa actualmente por una crisis de imagen pública notable. Además de polémicas como la del artículo que se preguntaba por qué había personas que votaban a Vox, muchos internautas han criticado a través de las redes sociales el gusto que ha adquirido el diario en los últimos tiempos por romantizar y resignificar términos relacionados con la pobreza como el ‘nesting’ o el ‘friganismo’, convirtiéndose en carne de meme en las redes sociales.
Esta pérdida de seriedad puede suponer una problema de cara a que un sector notable de la población decida sacar cada mes 10 euros de su cartera para destinarlos a pagar la suscripción de El País pese a tener otras opciones que, albergando un contenido similar, no te obligan a realizar un desembolso. Por eso, el periódico ha de comprender que necesita ofrecer a sus consumidores un producto de calidad, que resulte diferencial y que no se deje llevar por el ‘clickbait’ que impera en el sector. Si no, los 15 años de reinado que disfrutó El Mundo se transformarán una broma al lado de lo que le puede sucederle al diario de Miguel Yuste, 40.
Seguiremos Informando…