El confinamiento genera una serie de alteraciones que pueden afectar a la calidad del sueño, especialmente en mayores y niños. Una menor exposición a la luz solar puede derivar en trastornos de ansiedad en algunas personas. Por ello es importante mantener las rutinas, así como evitar el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Algunas prácticas como realizar ejercicio físico también pueden ayudar a conciliar el sueño, tal y como asegura el neurocientífico de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Diego Redolar.{wbamp-show start}
Los seres humanos tienen cuatro ritmos circadianos que resultan de la adaptación a un entorno rítmico de 24 horas y se producen en el cuerpo regulados por unos determinados genes. La mayor parte de variables fisiológicas y conductuales de las personas presentan estos ritmos, que responden a señales externas como la luz o la oscuridad.
“Con el confinamiento de estos días, el cerebro carece de estas señales ya que por ejemplo no estamos siguiendo las rutinas habituales para ir a trabajar ni estamos tan expuestos a la luz solar. La estructura cerebral que establece el reloj biológico, el llamado núcleo supraquiasmático del hipotálamo, está recibiendo información contradictoria y esto puede provocar un impacto negativo en la higiene del sueño”.
La glándula pineal segrega una hormona llamada melatonina cuando anochece para informar a nuestro cuerpo de que es la hora de irse a la cama y tenemos que dormir. Sin embargo, en estos días de confinamiento, el uso de smartphones se ha disparado, provocando alteraciones en el horario de sueño.
“Para que se produzca esta liberación de melatonina es aconsejable evitar el uso de dispositivos móviles antes de ir a dormir, porque emiten una luz azul que envía un mensaje contradictorio al encéfalo”, ha comentado el investigador.
Diego Redolar recomienda realizar ejercicio físico, ya que ayuda al cerebro en todos los procesos de regulación de los ritmos de los ciclos de sueño y vigilia. Además, recomienda darse una ducha o un baño de agua caliente antes de ir a dormir. También es importante darse una ducha o un baño de agua caliente antes de ir a dormir.
Otra de las tareas que puede ayudar a conciliar el sueño es fijar un ritual relajante. Por último, es importante seguir una dieta variada y equilibrada, evitando el consumo de excitantes como la cafeína en las últimas horas del día.
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