Carlos Bardem: “‘Diarios de la cuarentena’ es una comedia blanca, no se mete en temas mayores”

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El humor siempre se ha caracterizado por ser una herramienta útil a la hora de superar hechos traumáticos. Partiendo de esta máxima, TVE ha apostado por poner un poco de comedia a estos tiempos negros de la mano de Diarios de la cuarentena, una comedia protagonizada por intérpretes de la talla de Carlos Bardem, Petra Martínez, Carlos Areces o Gorka Otxoa que narrará las dificultades diarias que supone el confinamiento al que se ha visto abocada la sociedad española.

En el caso de Bardem, el actor y Cecilia Gessa, su pareja en la vida real, encarnan a un matrimonio que se encuentra sumido en el hastío más absoluto. “Nos pareció una manera muy original de seguir trabajando y de poder hacer algo de comedia sobre este drama. Yo creo que el humor siempre es una herramienta de supervivencia; a veces, reírnos de lo que nos asusta nos ayuda a superarlo y mantener la moral alta”, indica el madrileño.

Las circunstancias han provocado que, además de encargarse de interpretar, los protagonistas de Diarios de una cuarentena tengan que asumir nuevas funciones durante el rodaje: “Está siendo una experiencia muy curiosa porque no solo somos intérpretes, también somos realizadores, foquistas, iluminadores, sonidistas, hacemos el vestuario… Nos vemos obligados a hacer cosas que normalmente no hacemos. Está siendo muy divertido y me está sirviendo para poner aún más en valor lo difícil que es el aspecto técnico y lo valiosos que son los técnicos de nuestro cine y televisión”.

“Esto de teleactuar plantea unas dificultades y unos retos a solucionar muy interesantes: cómo darle movimiento a la cámara utilizando con las pocas localizaciones que tiene un piso, cómo dar opciones de montaje, los tamaños de plano, los diferentes tiros de cámara…”, añade el comunicador. Cuestionado acerca de si mantiene ciertas similitudes con el personaje al que da vida en Diarios de la cuarentena, Carlos ríe al otro lado del teléfono para acabar respondiendo afirmativamente: “A nosotros nos han asignado una historia en la que ella es una mujer que está teletrabajando y se mantiene activa y yo soy un hipocondríaco y un neurótico, un tío muy pesado… Sí, sí, me veo bastante reflejado”.

 

“No volveremos a la normalidad pero es que quizás la normalidad no funcionaba tan bien”

Con respecto a si alberga algún tipo de temor por las posibles críticas que puede despertar la ficción entre las personas que opinan que no es momento de hacer bromas con un asunto como este, Bardem remarca que la serie huye del drama que está suponiendo el coronavirus a nivel sanitario para poner la lupa en las dificultades que plantea el confinamiento a nivel hogareño y personal. “Yo creo que el humor se debe poder hacer sobre cualquier cosa. Esto es una comedia muy blanca que se basa mucho en parodiar las situaciones un poco absurdas que provoca este confinamiento. Evidentemente, no se mete en temas mayores y creo que puede ser sano vernos reflejados en cosas que seguro que están pasando en la mayoría de nuestros hogares”, asegura, subrayando que el humor no solo cumple la función de válvula de escape, sino que también “es una manera de señalar ciertas conductas que igual hay que revisar”.

Pero, ¿qué pasará cuando finalice la cuarentena? Carlos reconoce que se aproximan “años difíciles” aunque intenta añadirle una nota positiva a esta complicada situación: “No volveremos a la normalidad pero es que quizás la normalidad no era tan deseable ni funcionaba tan bien para la mayoría de la gente. Creo que saldremos cambiados y espero que sea un cambio a mejor como individuos y también como sociedad, que salgamos con algunas nociones más claras, con algo de memoria y que recordemos la importancia de que lo que realmente nos une es lo comunitario: la sanidad pública, la investigación, la educación y la cultura. Tenemos que poner en valor estas cosas frente al individualismo que ha dominado nuestra sociedad durante décadas. Esta pandemia está dejando mucho dolor pero también tiene que dejar enseñanzas y en nosotros está el aprovechar para convertir este tiempo muerto en un tiempo fértil, aprender y salir mejores de lo que entramos”.

Por último, Bardem evita entrar en disputas dialécticas con aquellos que desprecian el trabajo de los artistas y ridiculizan la utilidad de su oficio. “No presto mucha atención a ciertas corrientes políticas, no merecen un minuto de mi atención. Me resulta curiosa esa paradoja de cultura o agricultura, supongo que habrá mucha gente del campo a la que le gustará el cine y la literatura igual que a nosotros nos gustan los productos del campo. La gente que se dedica a intoxicar, a envenenar, a difundir bulos, a dividir se califica por si sola en estos momentos y espero que tengamos todos memoria y recordemos quién ha sumado en estos momentos tan difíciles”, remata.

Seguiremos Informando…

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