El relevo de Soledad Gallego-Díaz por Javier Moreno al frente del diario ha causado inquietud entre la redacción que ve en Moreno al posible ejecutor de los ERTES que están encima de la mesa. De hecho, fue quien aplicó el primer ERE que sufrió el periódico de Prisa anterior a la llegada de Antonio Caño a la dirección.
La redacción se divide entre el sentimiento de euforia por la salida de Gallego-Díaz, que ha radicalizado el periódico hasta el punto de cambiar a redactores, redactores jefes y subdirectores del diario por no seguir sus “directrices” y poner a afines a los postulados de Podemos, y los que ven peligrar su puesto de trabajo con posibles ajustes. Javier Moreno, más moderado, es el hombre por el que Prisa ha apostado para dirigir el periódico en tiempos políticamente convulsos, con una recuperación económica por delante y con el Banco de Santander por detrás.