El Caso Abellán baja del limbo a Barriocanal: la credibilidad de la COPE preocupa a los obispos

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El “paseo militar” de la Junta de Accionistas del Grupo COPE, celebrada el pasado 19 de junio, en la que su presidente, Fernando Giménez Barriocanal, no encontró divergencias evidentes, se ha ido al traste. La responsabilidad de bajar a Barriocanal del limbo se debió a un exlocutor de la cadena episcopal, José Antonio Abellán, cuya denuncia sobre maniobras cuestionables de las emisoras del pío Grupo, a cuenta de concursos benéficos, puso un sapo de tamaño descomunal a la hora del desayuno en los platos de sus principales accionistas.
Barriocanal, que en los últimos años ha movido fichas para colocar peones y alejar alfiles que hicieran sombra a su poder en COPE, se encuentra ahora en una posición difícil: las acusaciones de Abellán están en un Juzgado y, lo que es peor, en los medios de comunicación, auténtica ‘bicha’ para el presidente de la radio de los obispos.

jose antonio abellan


Hasta ahora, Barriocanal y su mano derecha, Julián Velasco, habían capeado el temporal achacando la cuestión a las ‘cosas’ de Abellán. Pero que el foco judicial y mediático se vuelva hacia ellos cambia las tornas.
Y es que el presidente de COPE, buen conocedor de las tramoyas de la Conferencia Episcopal, sabe que los obispos no son amigos de escándalos. De ello puede dar fe Federico Jiménez Losantos, que atragantaba el desayuno de más de un influyente obispo cada mañana.
Algo parecido sucedió el pasado lunes, cuando un medio como ‘El Confidencial’ publicó la investigación judicial para determinar si la COPE se quedó con fondos procedentes de conciertos benéficos. Porque no sólo se trata de determinar si se actuó de tal forma, sino de mantener la confianza de entidades colaboradoras con la cadena.
Además, y pese a la obsesión de Abellán con Rafael Pérez del Puerto, en la calle Añastro hay quienes son conscientes de que el tiro no va a poder desviarse hacia el veterano directivo, sino que se trata de una bomba de espoleta retardada que, en caso de explotar, llenaría de metralla a la COPE y a quienes la han gestionado en los últimos años.
Lo que sí está claro es que hacía tiempo que en la Conferencia Episcopal no andaban tan inquietos. Y con tu espíritu.

Seguiremos informando…

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