Con el fin de apoyar el turismo, los Reyes de España han realizado un periplo por algunas de las ciudades más turísticas de nuestro país donde han podido saludar a los ciudadanos que se aglomeraban para ver a los Monarcas y lanzar un mensaje de apoyo.
Los viajes se producen a la vez que van apareciendo cada vez más informaciones que revelan que el Rey Juan Carlos I pudo cometer presuntos delitos de blanqueo de capitales y delito fiscal. La última, publicada por El Confidencial, afirma que el Rey emérito incluyó una cláusula en la fundación panameña que utilizó para cobrar 64,8 millones de euros de Arabia Saudí con el fin de evitar disputas entre Felipe VI y sus hermanas las Infantas.
En los momentos más bajos de credibilidad de la Monarquía a cuenta de las sucesivas informaciones que implican a Juan Carlos I en presuntos casos de corrupción, la Casa Real ha querido reforzar la comunicación más cercana de los Reyes con los españoles para distanciarse más aún del emérito y reparar la figura de la Institución, siguiendo con la estrategia seguida con la emisión del comunicado en el que el Rey afirmó que renunciaba a la herencia de su padre y retirándole la asignación oficial.
Los colaboradores de los Reyes pretenden consolidar el liderazgo de Felipe VI con una comunicación más cercana y directa, de manera que se escenifique que el Rey no sólo no comparte las prácticas de su padre, si no que las reprueba sin rodeos, como ya hizo apartando a su hermana y a su marido, Iñaki Urdangarin y renunciando a la herencia, antes de que las informaciones sobre el Rey Emérito se extendieran y revelaran, como está ocurriendo, prácticas reprobables.
La posible imagen de Don Juan Carlos sentado en un banquillo sería una bomba de relojería en el Trono de su hijo y el repudio de la gran parte de la sociedad española a la Institución monárquica, por eso, la Casa Real está haciendo lo imposible por separarlo de su padre con una comunicación cercana y transparente que tape las vías de agua del descrédito de la Monarquía y permita al Rey salir fortalecido de la crisis. De hecho, sus actuaciones hasta la fecha han proyectado la imagen de un Rey con unos principios sólidos y con autoridad. Ahora toca la cercanía con el pueblo que, al fin y cabo, es la pieza fundamental de la pervivencia de las monarquías.
Seguiremos informando…
