El PP relega las noticias de la caja B de Podemos con sus luchas internas y Sánchez se hace un “au revoir prèsident”

pacto iglesias sanchez.jpg
Publicidad

La destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP ha ocupado los espacios informativos de los últimos días logrando desbancar las graves acusaciones sobre la financiación irregular de Podemos o la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en pleno rebrote del coronavirus.

La crisis latente en Génova a cuenta del vacío realizado a Cayetana Álvarez de Toledo ha sido el culebrón de las últimas semanas. Aunque su punto álgido informativo fue el día del anuncio de su cese, las informaciones de parte de ella y de su rival, el secretario general, Teodoro García Egea, fueron creciendo a medida que la crisis se recrudecía. El cuartel de los populares era un hervidero de intoxicaciones a periodistas de un bando y otro. La entrevista de la portavoz el pasado fin de semana en El País sirvió de excusa a Casado para hacer exhibición de autoridad. Se cargó a aquella que fichó para defender los principios del partido cuando llegó a la presidencia.

Tras varios giros en la estrategia, Casado ha optado por la moderación de Groucho Marx (estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros).

Con su sobreactuación de jefe (el líder sigue siendo Feijoo) ha silenciado los titulares que aventuraban un agosto caliente para Pablo Iglesias.

Podría decirse que los populares le han hecho la campaña de silencio a la coalición Psoe-Unidas Podemos. Por mucho que hayan querido lavar sus trapos sucios en agosto para minimizar el impacto informativo, deberían haber previsto la continuidad de los titulares de sus adversarios políticos.

Por querer buscar una culpable a las críticas han conseguido tapar el foco de la caja B de Podemos y del silencio obsceno de Pedro Sánchez mientras España lidera el ranking de contagios por Covid.

Quizá a Casado lo que más le preocupe sea que Sánchez o Iglesias le acusen de crispar a escasas semanas del debate de los Presupuestos. Por eso, ya ha anunciado que no va a ser “muleta” del Gobierno para la negociación de éstos. Como si ese adelanto de intenciones le sirviera para paliar la matraca de intolerante a la que le van a someter. No obstante, el líder de los populares parece pretender así ponerse el parapeto de “sin Cayetana, ya tenemos ganada la etiqueta de moderados”.  Y en esa moderación de “mecachis en la mar”, el Gobierno avanza seguro en su carrera por perpetuarse en el poder.

Sánchez, que nos sometió durante tres meses al “Aló Presidente”, se ha hecho este agosto un “au revoir prèsident” y no ha explicado, ni siquiera desde su descanso en Doñana, el por qué de los rebrotes y cómo dar solución al drama sanitario y económico que tenemos encima.

A Bloomberg no le importan las crisis del PP. Por eso recuerda la grave situación que vive España y la vergonzante posición que ocupamos en el mundo.

El séptimo país en nuevos contagiados.

Y ante esta situación, Sánchez en el palacio y Casado limpiando su casa…

Seguiremos Informando…

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil