Si preguntamos a los jóvenes sobre sus vivencias y emociones durante el tiempo de confinamiento o desescalada, los escenarios son muy diferentes unos de otros. Si bien es cierto, aparecen más elementos esperanzadores de lo que puede parecer en un primer momento. Por ejemplo, tres de cada diez jóvenes creen que tras la pandemia aumentará el interés general por la defensa de los servicios públicos, la política y la ecología.
En el ámbito personal, a la pregunta de cómo les ha cambiado el tiempo de confinamiento y crisis, la mayoría afirma que en lo que más les ha afectado es en querer disfrutar más de la vida (37%), ser más responsable (30%), más trabajador (27%) o más optimista (23,1%). Es destacable la tendencia que se ha detectado hacia los hábitos de vida más saludables. Casi el 50% de los jóvenes ha practicado más deporte y el 37% ha comido de forma más sana.
Un futuro pesimista para los jóvenes
Los resultados obtenidos del estudio son esperanzadores, sobre todo teniendo en cuenta que el panorama actual muestra un pesimismo claro a corto plazo de los jóvenes hacia su futuro. El 54% de ellos cree que no tendrá más remedio de trabajar en lo que sea en los próximos años y un 43% ha sentido miedo en la desescalada de contagiar a su familia
Conclusiones como estas se extraen de la investigación “Jóvenes en pleno desarrollo y en plena pandemia. Cómo hacen frente a la emergencia sanitaria” realizada por la Fundación Pfizer y Fad. El objetivo del proyecto ha sido analizar cómo la crisis de COVID-19 está transformando las actitudes y las formas de vida de las y los jóvenes españoles de 15 a 29 años. La investigación se ha realizado entrevistando a 1.200 de ellos y ellas durante los meses de junio y julio.
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