ENFERMEDAD CRÓNICA

Obesidad, la pandemia que nadie presta atención

LIMITA Y ACORTA LA ESPERANZA DE VIDA DE QUIENES LA SUFREN

El Centro Laparoscópico Dr. Ballesta (CLB), ubicado en el Centro Médico Teknon de Barcelona, HLA Moncloa en Madrid y HLA Inmaculada de Granada, ha realizado más de 3.000 cirugías de obesidad por vía laparoscópica.

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Como advierte su director, el doctor Carlos Ballesta, la obesidad es una enfermedad muy limitante que aún es vista como un problema estético. Pese a reducir la esperanza de vida, castigar los órganos e incluso el cerebro, en permanente estado de abotargamiento

Ganar demasiado kilos trasciende la cuestión estética. La obesidad es una enfermedad crónica que limita y acorta la esperanza de vida de quienes la sufren. Y no son precisamente pocos. En concreto, el 14% de la población mundial es obesa mórbida. Es considerada la pandemia del siglo XXI, pero la sociedad no piensa lo mismo. Así lo indica el doctor y padre de la laparoscopia, Carlos Ballesta. El Centro Laparoscópico que lleva su nombre es un complejo médico de alta tecnología constituido por un grupo de cirujanos que ha realizado más de 3.000 cirugías de obesidad durante los últimos 25 años.

Tal y como explica el doctor Ballesta, “la sociedad no ve la obesidad como una enfermedad porque convive con ella”. Así, no está concienciada sobre los peligros de esta patología, que son tanto de índole física como mental. Para empezar, este “mal” hace que vivas menos y peor. “Un obeso tiene un año menos de vida por cada exceso de diez kilos”, explica Carlos Ballesta. Esto sucede porque nuestros órganos, metabolismo, funcionamiento cardiaco, respiratorio, pancreático y renal están diseñados para trabajar correctamente entre unos índices de masa corporal (IMC) de 19 y 25. Como señala el doctor Ballesta, cuando se superan estos valores el cuerpo se resiente y a partir de 40 (lo que se conoce como obesidad mórbida) se derrumba. La espalda y las articulaciones se inundan de dolor mientras que las piernas se deforman e hinchan. “Esto no se produce por la edad, sino por la presión y exceso de peso que tienen que soportar. Es como si a un edificio con cimientos para tres pisos, le pones siete pisos encima. Lo normal es que se derrumbe”, afirma el doctor.

Los órganos también sufren. La grasa aplasta los pulmones mientras que el corazón se ve forzado a trabajar cada vez más. Como resultado, el ventrículo izquierdo se hipertrofia. “El problema es que oprime los vasos que pasan a través de ese músculo, con lo cual llega un momento en el que aplasta tanto que provoca el infarto”, explica el cirujano. Este problema se agrava por el mal funcionamiento del hígado, incapaz de metabolizar el colesterol. “Al no metabolizarse se deposita en el interior de las arterias, acelerando esa obstrucción. Por lo tanto, el obeso no ha fallecido de un ataque al corazón, muere de gordo”, remarca.

La obesidad también afecta a la mente. Nos vuelve lentos y faltos de reflejos. Esto sucede por dos motivos. Primero, el espacio que hay entre el cráneo y el cerebro es mayor, es decir, se produce un edema. Como apunta el experto, “este es el motivo por el que el obeso mórbido sea más lento en reflejos y respuestas y tenga tendencia a quedarse dormido”. Por otro lado, esto se ve potenciado por una menor capacidad pulmonar. “Ventilan peor los pulmones y llega menos oxígeno al cerebro que está edematoso. En conclusión, está abotargado”, explica.

Afortunadamente, existen diferentes alternativas para tratar la obesidad. En especial, la opción quirúrgica se configura como la solución definitiva. De acuerdo con el doctor Carlos Ballesta, dentro de la cirugía de la obesidad la mejor técnica es el by-pass gástrico. “Es la que ofrece mejores resultados a largo plazo y se mantiene en el tiempo”, detalla. En este tipo de cirugía se secciona una parte del estómago, que se conecta directamente al intestino delgado. De esta forma, la comida salta un gran segmento del intestino delgado con el fin de disminuir la absorción calórica y de nutrientes.

A la hora de plantear esta intervención, desde el Centro Laparoscópico Dr. Ballesta (CLB) se analizan una serie de parámetros como el IMC o el estado del corazón. En función de los resultados, se lleva a cabo un by-pass normal o uno de asa larga. Ambas técnicas se diferencian en la longitud del asa alimentaria. Esto es, la porción de intestino que va del estómago al punto donde le llega la bilis. Según asevera el director del CLB, “si el by-pass estándar tiene un metro cincuenta de asa alimentaria, en el de asa larga damos tres y medio.” Al atrasar dos metros más la distancia en que se unen los alimentos con la bilis se absorben menos alimentos y el paciente pierde más peso. “Pero el punto que hemos elegido es el suficiente para que el paciente siga absorbiendo las vitaminas”, indica Ballesta.

Entre las bondades de operarse en el Centro Laparoscópico Dr. Ballesta, en Barcelona, Madrid o Granada, su director Carlos Ballesta destaca su reconocimiento como Centro de Excelencia por la Federación Internacional de Cirugía de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (IFSO) a nivel internacional. “La ventaja de acudir a un centro como el nuestro es que hacemos una cirugía a la medida del paciente. Esto no lo hacen otros centros”, señala. 

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