SIGUE CON SU MARKETING, SUS MENTIRAS Y SUS BRINDIS AL SOL

El exColetas cuenta con el “escriba” de ‘La Vanguardia’ y el fotógrafo del partido

ENRIC JULIANA SE POSTRA AL SERVICIO DEL CIUDADANO DE VALDELAGUA

El ex líder de Unidas Podemos se ha aficionado a darle las exclusivas a su amanuense oficioso, Pedro Vallín, en el periódico del conde de Godó, con imágenes de su fotero de cámara, al que elevó a la alta dirección del partido morado. Y es que la retirada de la política no ha sido tal. La mentira continúa, aunque le corten la coleta.

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Abandono de la primera línea activa, tal vez. Pero retirada, na nai. Pablo Iglesias sigue manejando los tiempos de su marketing personal y eligiendo, una vez más, La Vanguardia, el periódico del conde de Godó, cuya delegación madrileña, con la aquiescencia de su responsable, Enric Juliana, se ha postrado a su servicio, como herramienta de transmisión de sus deprimentes mensajes. Para desolación de algunos aspirantes a escribas oficiosos, ahora medio desolados tras haber dedicado tantos años a la genuflexión al líder. ¡Mamones!

Iglesias vuelve a elegir ‘La Vanguardia’ y a Pedro Vallín para transmitir sus mensajes. Un medio generalista, situado a rasgos generales incluso en un público de centro-derecha, que le garantiza una audiencia más amplia que los medios de la izquierda, en los que suele contar con alfombra roja y donde cuenta con periodistas partidistas y deseosos de agradar al ex líder supremo.

En las últimas semanas, Iglesias ha intensificado el empleo de La Vanguardia, a través de Vallín, como vehículo transmisor de sus intereses. Vallín anunció su salida como vicepresidente y su candidatura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, así como su voluntad de retornar al “periodismo crítico” (o sea, al agit-prop a mayor gloria personal, si es posible de la mano de Jaume Roures, cuya Mediapro hace aguas -que se joda-). Y ahora ha empleado al mismo, para transmitir su cambio de ciclo escenificado con un corte de pelo y el abandono de la melena.

Iglesias, incluso, ha recompensado el ego de Vallín posando con un libro del periodista, ‘Me cago en Godard’, para el fotógrafo. Y es que aquí tampoco ha habido sorpresa, ya que se ha recurrido a su fotero de cabecera, Daniel Gago, que le ha acompañado en todas sus actividades desde 2014 y al que situó como miembro del Consejo Estatal de Podemos, el mayor órgano de dirección del partido morado. Así actuaba Josep Stalin, al que en Rusia recuerdan con odio, todos, no sólo unos pocos, todos. Y…

(…) Ma que cosa fae… Todo queda en familia.

Seguiremos Informando…

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