Nos adentramos cada vez más al 2022 y, con ello, comienzan a surgir predicciones, consejos y cambios. Uno de los factores más importantes es cómo adaptarse, tanto las compañías como los trabajadores, a los nuevos formatos de trabajo híbrido. Desde IWG, compañía líder mundial en espacios de oficina flexible, afirman que el trabajo híbrido no es algo nuevo, pero que trae consigo una serie de necesidades para los trabajadores. Desde la necesidad de reducir los largos tiempos de transporte al trabajo, hasta la flexibilidad a la hora de poder elegir dónde, cuándo y cómo trabajar.
En medio de todos estos cambios, de acuerdo con los datos aportados desde el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante la etapa más fuerte del confinamiento, en España 3 millones de personas pasaron a trabajar de forma remota en sus domicilios. Por este motivo, se presenció un ‘boom’ del home office y miles de trabajadores se enfrentaron directamente a nuevas necesidades y dieron un giro a su forma de trabajar.
Asimismo, entró en debate el uso que se le da actualmente a las grandes sedes corporativas y el que se le dará en el futuro. Según una investigación realizada por la consultora estratégica global McKinsey & Company, los directivos de las oficinas esperan que el porcentaje de tiempo trabajado en las grandes sedes corporativas disminuya un 12%.
¿Cuáles son los imprescindibles de los trabajadores híbridos?
Desde IWG se destaca que con el tiempo van surgiendo nuevos requerimientos, que de cara al 2022, los usuarios deberán incorporar para adaptarse de forma efectiva al trabajo flexible:
- Flexibilidad: Los nuevos trabajadores buscan mayor libertad y adaptabilidad en sus empleos a la hora de poder elegir su lugar de trabajo ya sea en los espacios corporativos, desde sus propias residencias, o en centros de coworking ubicados cerca de su domicilio. Este anhelo de libertad también se ve reflejado a la hora de vestir,según un estudio de IWG, el 80% de los trabajadores quiere vestir de forma más informal en el trabajo tras un año en casa.
- Desplazamientos: Los empleados apuestan cada vez más por el concepto de las “Ciudades de los 15 minutos”, un término urbano que implica que los ciudadanos puedan tener acceso a la mayoría de sus necesidades esenciales (trabajo, ocio, escuelas, sanidad, zona de compras…) a menos de 15 minutos a pie de sus domicilios.
- Tecnología: Desde su llegada a España, IWG ha puesto especial hincapié en la tecnología. El trabajo híbrido exige que los profesionales tengan a su disposición redes de alta calidad, seguridad total en sus conexiones y control en la gestión y transferencia de datos. Disponer de la última tecnología ayuda a obtener los mejores resultados profesionales, potenciando la productividad y creatividad de los usuarios.
- Medio ambiente: El mundo necesita limitar los niveles de CO2 y el concepto de coworking reduce significativamente las emisiones con el formato de trabajo híbrido, ya que las personas no recorren largas distancias cada día. Sino que combinan el trabajo en casa, los días en el espacio de trabajo flexible cerca de casa y solo visitan ocasionalmente a las grandes sedes corporativas.
- Seguridad: A raíz de la pandemia las medidas sanitarias se han visto incrementadas, lo cual trae consigo la necesidad de una actualización constante de instalaciones y procesos de higiene, así como la limpieza integral de los espacios y el mantenimiento de las distancias de seguridad, todo ello, para evitar la propagación del virus.
“Las proyecciones a 2022 están encaminadas hacia la búsqueda de soluciones que mejoren cada vez más la forma en las que los trabajadores desarrollan sus actividades profesionales. Desde IWG, hace más de 30 años que nuestros esfuerzos se centran en apostar por el modelo de trabajo híbrido y adaptar constantemente nuestros servicios en todo el mundo para resolver las necesidades de los usuarios”, comenta Philippe Jiménez, country manager de IWG en España.
