El pequeño Nicolás ya no está solo. A la película de impostores y falsos asesores españoles supuestamente le ha salido un nuevo protagonista: Ray Cazorla. Este capítulo lo ha destapado El Confidencial, que asegura que la grandilocuente biografía del Guardia Civil canario -que incluye asesorar a Biden, a Obama y a Hillary Clinton- es inventada y que nadie lo conoce en Washington.
Su currículum incluye otras colaboraciones: con el gurú mundial de la Responsabilidad Social Corporativa, Dr. Bernardo Kliksberg; con Kathleen Kennedy, hija de Robert F. Kennedy y exgobernadora del Estado de Maryland; con la exsecretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton; con el reconocido astronauta Michael López Alegría y con múltiples referentes mundiales en el campo de la política, los negocios y la actividad social. Pero El Confidencial asegura que todo es mentira.
Difícilmente le habría dado tiempo en cinco años (incluidos dos de pandemia) para acumular semejantes relaciones profesionales. Y es que su historia pública comenzó en 2017 con la primera edición de su instrumento insignia: New York Summit Awards, un evento que se vende como el más importante promotor de personas, organizaciones y empresas latinas en Estados Unidos, y que a lo largo de cuatro ediciones lo han comprado grandes como Tesla, Olyusei, Business Cycle SL, Green Resilient School, Global Hispanic Initiative y hasta el Excelentísimo Ayuntamiento de Marbella, todos hoy flamantes patrocinadores de los que hace gala en su web.
Siendo Nueva York el escenario -aunque en 2020 no se celebró y en 2021 lo trasladó a Marbella- más de uno se ha visto seducido también por el slogan: “El evento de habla hispana más relevante de Estados Unidos”, que apenas hoy asoma como la punta del iceberg una realidad al parecer muy distinta. Así, en cinco años, Cazorla se habría valido, según El Confidencial, de un sinfín de artimañas para escalar en la incorporación de personas y organizaciones cada vez más grandes que supuestamente estarían pagando por estar allí bajo la figura del patrocinio, de la compra de entradas y de otras menos ortodoxas.
Refiere la fuente de El Confidencial, que lo que hace es buscar peces gordos, posicionarse bien y luego que le presenten a otras personas para continuar subiendo. Lo suyo es una estafa piramidal y necesita cada vez más dinero para que nadie le descubra. Pero, ¿por dónde empezó?
ATREVIA, el comienzo
En 2017, la primera gala del New York Summit Awards, contó con la participación de Núria Vilanova. Entonces, recibió el Premio ‘Excelencia Empresarial 2017’ en Nueva York.
La presidenta y fundadora de ATREVIA agradeció el galardón, que atribuyó “al trabajo de un gran equipo de profesionales que nos ha permitido introducirnos en nuevos mercados aumentando nuestra presencia a un total de 16 países”, según recogieron varios medios. En la web de la agencia ya no aparece el enlace, aunque la huella digital da fe de que alguna vez estuvo allí, pero en el Twitter del New York Summit Awards sí consta su participación.
La lista de galardonados de ese, su primer año, la completaron nombres como el fundador de los hoteles Room Mate, Kike Sarasola; Pilar Jericó, de la Fundación Amancio Ortega; Teresa Valcarce, de la Universidad Europea Miguel de Cervantes y hasta Boris Izaguirre.
Pero en 2017 apenas apuntaba maneras. Fue en 2018 cuando el New York Summit Awards creció en imagen de marca, redes sociales, web y hasta en espacio para la celebración de las galas, que desde entonces han visto figurar nombres como David Bisbal (2018), Ángel León (2018), Emilio Brutragueño (2019), Ndaba Mandela (2019), Rigoberta Menchú (2019)…
Las fuentes de El Confidencial tienen pruebas de que retratarse allí no es del todo gratis. En cuatro ediciones son muchos los que supuestamente han caído, al punto de que hoy su organizador podría enfrentar algunas demandas de aquellos que no se han dejado estafar por su ofrecimiento de recibir un premio, conseguir una conferencia o traer a España a una figura internacional.
Me envió una carta de reconocimiento de deuda en la que se comprometió a darme el dinero a los seis meses, pero me exigió silencio. Creo que lo hace con todo el mundo, aunque luego pasa el plazo y tampoco te paga. Pero no quiere que quienes le hemos tratado contemos sus mentiras, señala a El Confidencial un conferenciante que no quiere que le pase esto a otras personas. Sumando, el medio asegura tener constancia de que la deuda de Cazorla asciende, al menos, a 685.000 euros.
En la pasada edición de 2021 celebrada en Marbella, que dedicó al 20 aniversario de la caída de las Torres Gemelas, logró tener a William Rodríguez, superviviente del 11-S, y a personalidades como el periodista Vicente Vallés; la exsecretaria del Tesoro Público de EEUU, Rosario Marín; a los chefs del programa de televisión MasterChef España y hasta la mismísima periodista María Rozman, ganadora del Premio Periodismo e Investigación en EEUU.
Visto el panorama, de Núria Vilanova a María Rozman es mucho lo que ha llovido, pero tal parece que el entramado piramidal de Ray Cazorla involucra no solo a Premios Nobel y artistas, sino también a periodistas, productoras y agencias de comunicación. En 2022, la gala promete volver a la Gran Manzana.
La versión de Cazorla
Consultado por el equipo de PRNoticias.com, Rayco Antunez Cazorla -su nombre completo- explicó que cuenta con la documentación, certificados, manifiestos y demás credenciales que rebaten tales acusaciones, y que será por la vía legal que lo demuestre.
Explica que, entre los documentos que está en disposición de aportar ante la justicia se encuentran los que acreditan su nominación al Premio Nobel de La Paz 2020, su contrato con el Grupo Vocento, su participación directa en la organización de la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular 2018, sus relaciones y empresas en EEUU, y su relación con el ejecutivo de Joe Biden, entre otros.
Seguiremos comunicando…
