La postura de Vox con respecto a Canal Sur ha cambiado radicalmente. El debate electoral de anoche, emitido en la cadena pública andaluza, dejó a las claras que la formación liderada por Santiago Abascal no está dispuesta a cerrar Canal Sur en caso de gobernar en Andalucía. No obstante, esta cuestión había generado cierta división en el entorno de Vox.
De hecho, sus impulsores, entre los que está Julio Ariza, no veían con buenos ojos la desaparición de la cadena. Sin ir más lejos, hace un año Ariza logró la adjudicación de la producción y emisión de Callejeando en Canal Sur. Otra de las voces que se oponen a su cierre es Álvaro Zancajo, director de comunicación de Macarena Olona y ex director de contenidos informativos de Canal Sur.
El cambio de opinión de Canal Sur se explica, por tanto, por cuestiones como esta. Las opiniones contrarias al cierre de la cadena, sumadas a las dificultades legales que conllevaría su eliminación, han hecho que Vox se rinda a la evidencia. En caso de gobernar, previsiblemente junto al PP, Canal Sur seguiría teniendo su hueco asegurado en las televisiones de los andaluces.
Así lo manifestó anoche Macarena Olona, candidata de Vox a presidir la Junta, que a pesar de todo amenazó con despidos. “Aquí hay un grupo de extraordinarios profesionales, detrás de las cámaras, que están posibilitando que hoy estemos celebrando este debate (…) 162 millones de euros les cuesta Canal Sur a los andaluces cada año”, señaló.
Instantes después, suavizó su discurso, asegurando a los espectadores de Canal Sur que “los extraordinarios profesionales de esta casa -periodistas, técnicos- van a mantener sus puestos de trabajo”, pero avisó de que “con Vox en San Telmo, los enchufados, los activistas, los amiguetes no van a durar ni un telediario”. Con estas palabras renunciaba a un posible cierre que, de querer ejecutarse, no resultaría fácil.
Una quimera
Vox no podría cerrar Canal Sur aunque realmente quisiera hacerlo. El Estatuto de Autonomía de Andalucía se lo impide, pues este garantiza la existencia de la cadena pública. Para acabar con la RTVA, que engloba a la radio y a la televisión autonómica, PP y PSOE, como grupos mayoritarios, tendrían que ponerse de acuerdo para acometer una reforma del Estatuto. Un escenario difícil de imaginar, pues ninguno de los dos partidos está dispuesto a cerrar Canal Sur.
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