DÍA MUNDIAL DE LA ANTICONCEPCIÓN

Farmacéuticos comunitarios y médicos de Atención Primaria reclaman la dispensación sin receta de la minipíldora anticonceptiva

LA ANTICONCEPCIÓN, UN ELEMENTO ESENCIAL PARA LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR

El objetivo de este posicionamiento es apoyar el empoderamiento de la mujer para decidir sobre su salud sexual y reproductiva

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La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) han emitido un comunicado con un posicionamiento en el que apoyan la dispensación sin necesidad de prescripción médica de la píldora anticonceptiva de solo gestágenos en las farmacias, conocida coloquialmente como ‘minipíldora’.

Según ha explicado los responsables de esta sociedad científica en una rueda de prensa este lunes, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción. “El principal objetivo es apoyar el empoderamiento de la mujer para decidir sobre su salud sexual y reproductiva y facilitar así el acceso a los métodos anticonceptivos como elemento fundamental para mejorar la planificación familiar”.

Y es que, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la anticoncepción como un elemento esencial que ayuda a la planificación familiar, a reducir los embarazos no planificados, a mejorar los resultados en salud y a disminuir los costes de la atención médica.

Así, en este contexto, estas organizaciones, que reúnen a más de 25.000 profesionales médicos y farmacéuticos, consideran que, en la actualidad, se dan “las circunstancias necesarias” para favorecer que los anticonceptivos hormonales orales, comenzando con la pastilla de desogestrel 75 microgramos, puedan ser dispensados en las farmacias comunitarias sin necesidad de prescripción médica, tal y como ocurre en otros países como Reino Unido.

“La anticoncepción basada en el asesoramiento proporcionado por el farmacéutico comunitario, con la comunicación y derivación al médico cuando sea preciso, sería el paso necesario para aumentar el acceso a la anticoncepción y favorecer el éxito contraceptivo. Además, esta medida contribuiría a disminuir la sobrecarga asistencial de las consultas de atención primaria, pudiendo dirigir el esfuerzo médico hacia necesidades clínicas más relevantes” ha asegurado Eduardo Satué, vicepresidente 2º de SEFAC y coordinador del posicionamiento

Barreras para el acceso

En España, casi una de cada cuatro mujeres (23 %) está en riesgo de tener un embarazo no planificado, según información de la Sociedad Española de Contracepción y la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en España fue de 10,3 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años (según los últimos datos disponibles del Ministerio de Sanidad). Lo que deja ver que actualmente no existe un completo a estos métodos anticonceptivos ya que todavía hay barreras como el coste y la necesidad de receta.

Asimismo, según datos de una encuesta realizada a mil mujeres de entre 18 y 45 años y presentados en mayo durante el último congreso de SEFAC, el 52 % manifestó haber intentado adquirir la píldora sin receta en alguna ocasión, el 26 % tuvo que dejar de tomarla en algún momento por no poder acudir a la consulta médica a por la receta y un 23,7 % por haberla perdido o no llevarla a la farmacia. De las mujeres que tuvieron que interrumpir la toma, 6 de cada 10 consideró haber estado en riesgo de embarazo (57,8 %), y 1 de cada 10 (11,9 %) tuvo un embarazo no planificado por esta circunstancia.

Estas barreras y dificultades no solo pueden limitar el uso de estos anticonceptivos y poner en riesgo la planificación familiar, sino que afectan principalmente a la población más desfavorecida y con factores de riesgo asociados a la edad, las carencias educativas, la exposición a la violencia, etc.

María R. Blasco, coordinadora del Grupo de Atención a la Mujer de SEMERGEN, señala al respecto que “las sociedades científicas tenemos un compromiso con las necesidades sociales actuales. Por ello queremos contribuir al empoderamiento femenino posicionándonos a favor de la dispensación sin receta de los anticonceptivos, comenzando por la minipildora”. A lo que añade que, “debemos mejorar el acceso de la mujer a los anticonceptivos minimizando las limitaciones, solo de esta manera la mujer será la única dueña de su salud sexual y reproductiva. La mujer es la única persona que debe tomar las decisiones en anticoncepción, basada en la adecuada información que le brindamos los profesionales sanitarios, sin barreras de acceso al método anticonceptivo que ella haya elegido.”

La minipildora, un medicamento seguro

Además, estas organizaciones, también recalcan que el cuidado de la salud reproductiva, cuando no hay patologías asociadas, no supone un problema de salud, por lo que su tratamiento no debería verse a priori como un criterio de tratamiento médico.

En concreto, los anticonceptivos orales de solo gestágenos han mostrado que son eficaces y seguros, y consideran que con el seguimiento del farmacéutico comunitario se puede evaluar el uso en cada caso y realizar las recomendaciones pertinentes, pues no hay que olvidar que las farmacias comunitarias constituyen la mayor red de centros sanitarios en España.

“La mayor preocupación sobre la seguridad de los anticonceptivos orales está en el riesgo de tromboembolismo venosos (TEV), que es un riesgo más bajo que el que se puede dar con el propio embarazo, pero, además, eso no ocurre con los anticonceptivos de solo gestágenos, que no están asociados con TEV y tienen pocas contraindicaciones e interacciones”, ha afirmado Neus Caelles, miembro del Grupo de Salud de la Mujer de SEFAC

En definitiva, por todo lo anteriormente mencionado, y porque es algo que ya sucede en otros países muy avanzados social y científicamente, como el Reino Unido, el posicionamiento de las tres sociedades científicas (que está abierto también a que se sumen otras organizaciones), considera que los anticonceptivos orales de solo gestágenos cumplen con los requisitos necesarios para ser un medicamento no sujeto a prescripción. Por ello, las sociedades científicas ya han trasladado esta propuesta al Ministerio de Sanidad y confían que “se tenga en cuenta porque está basado en la ciencia”.

Seguiremos informando…

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