El uso de una vacuna de Moderna con ARN mensajero (el método que se utilizó para desarrollar a toda velocidad vacunas contra el coronavirus) combinado con el fármaco Keytrude de Merck ofrece mejores resultados que la administración en solitario del medicamento, según han comunicado ambas compañías. Y es que, el riesgo de recurrencia o muerte frente a este tipo de enfermedad se podría reducir un 44%.
Actualmente, la quimioterapia y las operaciones quirúrgicas son las únicas curas potentes que existen para este peligroso cáncer, un método empleado para muchos otros tipos de esta enfermedad. Un detalle que debemos considerar es que en este cáncer, al igual que con muchos otros, se puede desarrollar la temible metástasis, que hace llegar la enfermedad a partes muy sensibles de nuestro cuerpo, como el hígado o los huesos, y que puede ser letal.
Por ello, por el momento, se trata de un ensayo en fase temprana, que no ha sido publicado en revistas científicas puesto que es muy pronto para sacar conclusiones, pero esos resultados apuntan a un paso más en la intención de utilizar el método del ARN mensajero para tratar múltiples enfermedades. Por ello, las empresas tienen previsto discutir los resultados con las autoridades reguladoras e iniciar un estudio de fase 3 en pacientes con melanoma en 2023. Siendo este ensayo el que permita validar la eficacia de la terapia.
Y, ¿por qué tecnología ARN?
Pues bien, la función del ARN es transmitir el mensaje de la vida contenido en el ADN y convertirlo en todas las proteínas que nos permiten desarrollar las funciones vitales. Por ejemplo, las vacunas de ARN mensajero contra el coronavirus usan las células del cuerpo como biorreactores para que produzcan copias de la proteína S del coronavirus y que estas sean localizadas por el sistema inmune. Por ello, Moderna está utilizando su plataforma tecnológica de ARNm para desarrollar medicamentos que podrían tratar y prevenir otras enfermedades infecciosas, así como enfermedades autoinmunes y cardiovasculares o formas raras de cáncer, aunque sin resultados concluyentes por el momento.
Las vacunas personalizadas contra el cáncer deben están diseñadas para preparar al sistema inmunitario de modo que el paciente pueda generar una respuesta antitumoral a medida y específica para el tipo de mutación de su tumor. Concretamente, la técnica empleada en este ensayo, que busca generar una respuesta inmune a través del ARN mensajero, es la que después se utilizó para desarrollar las vacunas contra la covid.
Ya en 2017, un equipo liderado por Ugur Sahin, fundador de Biontech, la compañía detrás de la vacuna de Pfizer, creó vacunas dirigidas a hasta diez mutaciones en 13 pacientes con melanoma. Varios de ellos experimentaron mejoras en su enfermedad, pero uno de ellos, que como en el trabajo anunciado hoy, combinó la vacuna con una terapia anti PD1, vio como el tumor desaparecía.
Según ha declarado, al respecto, Stéphane Bancel, consejero delegado de Moderna, a través de un comunicado, “los resultados de hoy son muy alentadores para el campo del tratamiento del cáncer. El ARNm ha sido determinante para COVID-19, y ahora, por primera vez, hemos demostrado el potencial del ARNm para influir en los resultados de un ensayo clínico aleatorizado en melanoma”. A lo que ha añadido que, “Iniciaremos estudios adicionales en melanoma y otras formas de cáncer con el objetivo de ofrecer a los pacientes tratamientos contra el cáncer verdaderamente individualizados”.
“Estos resultados representan un hito importante en nuestra colaboración con Moderna” ha querido concluir Dean Y. Li presidente de MSD Research Laboratories. “Durante los últimos seis años, nuestros equipos han colaborado estrechamente combinando nuestros respectivos conocimientos en ARNm e inmunooncología con el objetivo de mejorar los resultados de los pacientes con cáncer. Estamos deseando hacer avanzar este programa hacia la siguiente fase de desarrollo”.
Seguiremos informando…
