POSIBLE INHABILITACIÓN DEL EMPRESARIO QUE ORDENÓ ATACAR A PRNoticias

Ariza el ‘TÓXICO’: La Fiscalía de Madrid remata la estrategia de comunicación de Vox

LA CONSULTORA TIZONA SIGUE SIENDO LA PESADILLA DE LOS DE VOX

Los últimos acontecimientos han terminado por torpedear una política basada en la prepotencia y en el desprecio a los medios en general y, especialmente, a los conservadores, a los que el partido de Abascal ha conseguido situar enfrente. Ahora, además, su gurú mediático hace aguas y con él todo el conglomerado.

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“Vox es un área de negocios más de Julio Ariza”. Es una frase común entre antiguos trabajadores de Intereconomía, cuando se les pregunta sobre la formación de Santiago Abascal. Y aunque pueda parecer exagerada hay elementos que justifican esa sentencia.
Como dice el refrán, las desgracias nunca vienen solas. Días atrás, quedó en evidencia, a raíz de la polémica sobre el aborto en Castilla y León, que la política de comunicación no sólo se ha demostrado prepotente, sino -y sobre todo- ineficaz y contraproducente. El nivel de “destrucción” que ha empleado Vox incluso contra los medios considerados más cercanos ha colmado el vaso de la paciencia de periodistas y, lo más preocupante para dicho partido, de directivos, hartos de aguantar los embates del partido de Abascal, al que se considera en un proceso de ‘podemización’ mediática.

Ese proceso de aislamiento de Vox -latente desde su ascenso en las andaluzas de 2018- se ha visto intensificado a medida que aumentaban las crisis, como se pudo comprobar con el ‘affaire Olona’. “Responde como Podemos. Creen que la forma de blindarse es buscar un enemigo externo”, aseguran periodistas que siguen al partido y prefieren mantenerse en el anonimato. Atrás quedan los tiempos en que Abascal, de la mano de sus ‘gurús’, mantenía encuentros con destacados periodistas y representantes de medios de comunicación.

Esa mentalidad de secta, cada vez mayor, se ha visto acentuada por lo que algunos llaman ‘el pecado original’ de Vox: haber crecido en el caldo de cultivo de Julio Ariza y sus ‘puros’, situados en puestos orgánicos de la comunicación del partido. Una formación donde quienes mueven ficha son los exempleados del presidente de Intereconomía a través de Tizona, decisiva a todos los niveles y con una influencia que supera su papel como consultora de comunicación. “Son el cerebro de Abascal y la policía interna del partido. Más te vale llevarte bien con ellos o no tienes nada que hacer en Vox. Mangonean todo, incluso las candidaturas, y más ahora que tienen la escuela de formación externa, el ISSEP”, indican miembros del partido de Ariza.

Julio Ariza Irigoyen, en la cuerda floja

Con estos mimbres, no es de extrañar que algunos consideren a Vox un área de negocio de la antigua Intereconomía, ahora renombrada El Toro TV en una escapada hacia adelante de las deudas -incluidas las que mantiene con el fisco, de las que Abascal y los suyos nunca han dicho ni Pamplona-. Vox ha crecido en el laboratorio mediático de Ariza y mantiene una ósmosis total: entrevistas, programas patrocinados, operaciones de compraventa como el portal ‘La Gaceta’ (pasado de Ariza a la Fundación Disenso, del partido)… y hasta el simbolismo del empresario navarro cerrando una candidatura.

El propio Federico Jiménez Losantos, nada sospechoso de ‘progre’ y otros anatemas, ha puesto el dedo en la llaga de lo que se trae la cúpula de Vox con Ariza y su “secta”, con un emporio reducido a una cadena de televisión prácticamente marginal. El partido de Abascal ha ido encerrándose en un ‘ghetto’ y son muchos los que apuntan a la influencia del rencor de Ariza hacia todos: la izquierda, el PP por no haberle salvado de una ruina buscada por él mismo, los medios ‘vendidos’ que no han quebrado… está solo, sin crédito, acuciado y perseguido por juzgados y Hacienda…

No es casualidad que algunos de los objetivos de Vox coincidan con las obsesiones personales del empresario, que, al igual que la formación verde, también ha terminado a palos con casi todos sus afines: Javier Negre, Alvise Pérez, su exsocio Losantos, etc.

Incluso los promotores de 7NN tuvieron, en su momento, prevenciones por el hecho de que llegara una televisión nueva a ocupar un target similar.

La petición de la Fiscalía de Madrid para inhabilitar a Ariza por agravar la insolvencia del grupo que preside es un mazazo a todo el conglomerado Vox-El Toro y a la política de comunicación del partido, que se ha recluido en la parcela del ‘empresario’ moroso y navarro. De momento, Vox guarda silencio pero la sombra de la crisis de Intereconomía persigue a su directivo de medios favorito. Diez años después de la debacle de aquel portaaviones que resultó ser de cartón piedra, como su cara, todavía quedan flecos por resolver que pueden salpicar a Vox.

Seguiremos Informando…

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