Hoy, con motivo del 8M, hay que recordar que la forma de enfermar es distinta en función del género y que omitir esta realidad tiene efectos en la salud de las mujeres. Es una de las conclusiones del Especial Informe Tendencias Cofares “La perspectiva de género en salud salva vidas”. Se trata de un análisis exhaustivo y es que desde 2020 asistimos a un auge de la literatura científica que confirma esta tesis y que por tanto, debería condicionar los diagnósticos y tratamientos actuales. Lo que es claro para la ciencia comienza a calar entre la sociedad.
Reflexionando sobre el impacto de la diferenciación de sexo en salud y a través de los datos analizados por el Observatorio de Tendencias de Cofares “La perspectiva de género en salud salva vidas”, tras realizar una encuesta a más de 1.000
mujeres mayores de 18 años, desvelan que 7 de cada 10 mujeres consideran necesario aplicar la perspectiva de género en la investigación y la atención sanitarias (consultar tablas por CCAA). El 42,7% de las entrevistadas desconocían en el momento de la encuesta que los síntomas de un ictus cambian dependiendo de si eres hombre o mujer, pese a ser una de las primeras causas de muerte femenina.
Por tanto, ante los datos y después de numerosas aproximaciones científicas y estudios la comunidad científica concluye con fundamentos que el sexo y el género son variables clave en la salud y condicionan todas sus fases. Ahora, los esfuerzos por reformular el sesgo de género en la biología y en la ciencia piden paso para un enfoque terapéutico específico en la prevención, cuidado y tratamiento de las mujeres. “La promoción de la perspectiva de género en medicina y la práctica clínica no sólo es necesaria, sino que contribuye a salvar vidas” afirman los expertos en este informe.
La biología manda, ¿cómo influye el género y sexo en las patologías?
Según confirma el estudio, “en los últimos años, un gran número de estudios han evaluado las diferencias entre hombres y mujeres tanto en salud como en enfermedades comunes. Este nuevo enfoque médico, conocido como “la medicina de género”, está orientado al estudio de las diferencias que se dan por género y sexo en cuanto a la prevención, el diagnóstico, el estudio de los mecanismos patogénicos y la evolución de las enfermedades”.
Y , tras analizar la literatura científica bajo el término “Sex Characteristics” para conocer cómo influye esta variable en las diferentes enfermedades, se ha podido confirmar que, entre las enfermedades más destacables en las que se encuentran diferencias de síntomas. diagnóstico y tratamiento se encuentran: las enfermedades cardiovasculares, neurológicas, enfermedades autoinmunes, dolor crónico, enfermedades infecciosas y cáncer, entre otras, dependiendo del género/sexo.
Por tanto, “es necesario tener en cuenta estas diferencias específicas de sexo-género ya que esto podría ayudar a mejorar las medidas preventivas, aumentar la eficacia del diagnóstico, permitir un tratamiento más eficaz y específico para el paciente y/o reducir las complicaciones y la discapacidad asociada” destacan desde el Observatorio de Tendencias de Cofares Cofares.
1 de cada 2 jóvenes cree que sus abuelas y madres gozaban de mejor salud
La encuesta realizada también analiza la percepción de las mujeres respecto a su estado general de salud. A pesar de que 6 de cada 10 mujeres declara que tiene más tiempo para cuidarse a sí mismas que sus madres y abuelas a su misma edad, un 45% consideran que las anteriores generaciones gozaban de una mayor salud general.
Las más jóvenes -entre 18 y 35- tiene en un mayor nivel esta percepción (53,8%). Sobre esta cuestión, se observan diferencias significativas entre territorios. Quienes afirman en mayor grado que sus antecesoras tenían mejor salud comparativamente son las mujeres de Canarias (64%), Extremadura (60%) y Castilla La Mancha (59%). En el otro extremo, las Comunidades Autónomas de Navarra (35%), Cantabria (37%) y Cataluña y La Rioja (ambas con un 39%).
Por otro lado, las mujeres siguen declarándose muy cuidadoras del hogar. En este sentido, 7 de cada 10 afirman que están más pendientes de la salud de los demás que de la suya. Por CCAA, las mujeres de Asturias y Baleares -con un 37%- son las que más han modificado consultas sanitarias para atender a terceros, frente a las de Navarra (7%).
Especialmente afectadas se ven las mujeres de 36 a 55 años, que pertenecen a la llamada “generación sándwich” por cuidar a dos bandas, tanto a hijos como a padres. Casi el 40% de ellas reconoce que se ha visto obligada a modificar alguna cita médica por tener que dedicarse al cuidado de su familia.
Seguiremos informando…
