LOS VERTICES DE LAS ESTRATEGIAS CORPORATIVAS 

Comunicación y reputación, los intangibles más valorados por el directivo actual

PARA PODER CONECTAR CON SUS PÚBLICOS DE INTERÉS 

Las compaías tienen la necesidad de convertirse en una marca comprometida con los grandes retos sociales, un objetivo dificil de alcanzar sin contar con una buena comunicación que genere, a su vez, una buena reputación

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En el contexto empresarial en el que nos encontramos marcado por la globalización y la diversidad, la importancia de la Comunicación Corporativa y la Presencia en Internet y Redes Sociales se han convertido en elementos fundamentales para el éxito de las organizaciones ante la sociedad. En concreto, recientes estudios realizados por consultoras nacionales revelan que estas estrategias son clave para mejorar la reputación y potenciar, así, las ventas de las empresas de manera significativa.

Según el informe “Approaching the future 2023: Tendencias en Reputación y Gestión de Intangibles” elaborado por Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership junto a Canvas, la comunicación corporativa se ha vuelto un elemento fundamental a nivel empresarial si se quiere mantener la conexión con el público objetivo a través, de como ya se ha mencionado, una fuerte reputación y un buen posicionamiento a nivel compañías.

Pues bien, según los expertos que participaron en este estudio, una de las razones de este notable aumento de la importancia de la comunicación corporativa radica en la necesidad de las empresas de mostrarse como una marca comprometida con los grandes retos sociales y de visibilizar sus esfuerzos por generar un impacto positivo en la sociedad. Algo que demandan cada vez más no solo los ciudadanos y consumidores, sino también los empleados. “Hacer las cosas bien es clave para construir una sólida reputación, pero no es suficiente. Es necesario también contarlo” explican.

Entre aquellas compañías que ya están trabajando en impulsar la comunicación corporativa, el análisis confirmó que el ámbito al que más esfuerzos dedican es la innovación en contenidos de comunicación (53%), que incluye la publicidad y la presencia en canales digitales y redes sociales. Un dato al que le sigue el interés por potenciar el valor de la comunicación interna (47%) y el esfuerzo por crear una narrativa centrada en el propósito de la organización y la sostenibilidad (45%).

Pero, ¿cuáles son los principales retos que enfrentan las compañías a través de este nuevo enfoque? Pues entre los más importantes las empresas mencionan el hecho de conseguir involucrar a los grupos de interés en la creación de contenidos para fomentar la interacción y el sentido de pertenencia con la marca. Asimismo, también se señala como un desafío clave la adopción de herramientas tecnológicas para gestionar adecuadamente la comunicación a través de los canales digitales.

Aun así, el alto directivo no debe etntender la comunicación como un mecanismo de protección, sino como una herramienta de diálogo con el entorno en el que opera la empresa, como una forma de conectar con los públicos y poder explicar lo que estos hacen. Aunque, es cierto que el entorno social en el que las empresas y los empresarios desempeñan su función es cada vez más exigente y por eso la comunicación es un instrumento rico para atender esa expectativa. 

¿Cómo afecta la buena reputación de un directivo a una compañía?

Las empresas suelen ser proyectos colectivos, pero su imagen y reputación está determinada por las personas que las representan ante los distintos públicos, desde la alta dirección a cualquier empleado cuando actúa como embajador de la compañía. Así que, la buena reputación del directivo es fundamental para la generación de confianza y el impacto que ésta tiene en aspectos clave como la relación con sus distintos públicos, el crecimiento del negocio, el clima de trabajo y la atracción de talento. Así, quienes ocupan puestos directivos en las empresas deben ser muy conscientes del papel que juegan.

Por ello, a día de hoy, cualquier compañía debe tener en cuenta que el alma de las empresas son las personas, y los directivos son el principal catalizador para explicarle a la sociedad, a los accionistas, a los empleados, a los proveedores, etc. lo que sus empresas son y lo que sus estrategias persiguen. La buena reputación de una compañía exige que sus líderes sean ejemplares y transmitan la dimensión financiera, comercial y social de sus organizaciones con credibilidad.  

Pero bien, no solo las empresas, sino la sociedad en su conjunto, necesitan que los empresarios sean personas comprometidas con sus negocios y con su entorno y que crean en aquello que representan. A partir de ahí,conseguir una sólida reputación depende de la comunicación, el área que tiene el gran papel de hacer exponencial su trabajo y multiplicar su visibilidad.

Pero, muy desafortunadamente, todavía hay bastantes compañías que deslocalizan continuamente a sus directivos para que el arraigo al entorno en el que operan sea menor. En esos casos, la comunicación de esas compañías se gestiona con un nivel de despersonalización que afecta negativamente a su credibilidad y deflacta continuamente la admiración social que suscitan. 

En definitiva, la comunicación corporativa es tan decisiva y clave para una organización como lo bien que haga aquello que produce y comercializa. Ninguna organización puede vivir de espaldas a sus públicos y menos en una sociedad tan hiperconectada como en la que vivimos, en la que las empresas necesitan explicar lo que hacen y cómo lo hacen, lo que ganan y cómo lo ganan. La misión de una empresa, su impacto social, medioambiental, financiero… Tienen que ser explicadas de manera recurrente si se quiere contar con una reputación fuerte en el mercado.

Seguiremos informando…

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