La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como la Conferencia de las Partes o COP, inaugura este 30 de noviembre su 28ª edición en Expo City Dubái. Hasta el 12 de diciembre, la #COP28 centrará su mirada en cuatro cuestiones de máxima relevancia para el futuro del planeta: la reiteración y la revisión de los Acuerdos de París (alcanzados en la COP de 2015), el objetivo de 1,5ºC, el fin de los combustibles fósiles y el pico de emisiones mundiales de CO2 establecido para 2025. En este escenario, ¿qué papel juega España?
José M. de Areilza Carvajal, Doctor en Derecho por la Universidad de Harvard y Secretario General de Aspen Institute España, titular de la Cátedra Jean Monnet-ESADE y Profesor ordinario en el Departamento de Derecho y en el Departamento de Dirección General y Estrategia de ESADE Business School, habla para PRNoticias sobre la participación de España en esta Cumbre.
Cambio climático y salud, economía, energía, transporte y urbanismo, juventud, naturaleza y el mar, alimentación, agricultura y agua, son las temáticas de este año. ¿En cuál ha trabajado más España?
España ha dado grandes pasos en los últimos años en la lucha contra el cambio climático, como uno de los Estados Miembros de la UE con mayor compromiso en este terreno. Cabe destacar los progresos (1) en materia económica, invirtiendo más de 11.000 millones de euros en descarbonización industrial, y fomentando los proyectos estratégicos de transformación económica en industria verde; (2) en materia energética, con un incremento de la capacidad de producción de energía renovable hasta más del 60% de la potencia eléctrica nacional; (3) y en transporte y urbanismo, fomentando la movilidad sostenible y apostando decididamente por el transporte público, especialmente el ferroviario, tanto de cercanías como de alta velocidad. (4) También es importante resaltar el trabajo que ha hecho España en la protección y conservación de nuestros espacios naturales. El más reciente ejemplo de este esfuerzo ha sido el acuerdo alcanzado para la protección de Doñana, un consenso que ha conseguido compromisos de parte de todos los agentes implicados para salvaguardar uno de los parques nacionales más preciados que compartimos.
¿Y en cuál menos?
En España seguimos teniendo una asignatura pendiente a la hora de incluir a las generaciones más jóvenes en las conversaciones y en los espacios donde se toman las decisiones. Es cierto que se están dando pasos desde los ámbitos público y privado para revertir esta situación. Sin embargo, hay debates pendientes que merecen atención. Considero que es especialmente importante que los jóvenes puedan tomar el liderazgo de la lucha contra el cambio climático, ya que les afecta enormemente.
España preside hoy el Consejo de la Unión Europea, que actúa como entidad única durante la COP28. ¿Qué puede y debe aportar a esta Cumbre?
El Consejo de la Unión Europea debe mostrar unidad, liderazgo, y espíritu de consenso en la COP28. Con planes ambiciosos como el de reducir las emisiones de la UE en un 55% en los próximos 7 años, el Consejo cuenta con la legitimidad y la representación necesarias para impulsar, de forma decidida, compromisos reales y cuantificables a nivel internacional. En este sentido, creo que es vital llevar el espíritu de Aspen a la COP: conversaciones sosegadas, constructivas, y con luces largas para alcanzar acuerdos que se acerquen lo máximo posible a cumplir con los objetivos que nos demandan la comunidad científica y la sociedad civil, especialmente los jóvenes. Creo firmemente que el Consejo de la Unión Europea debe aportar el empuje necesario para que la sociedad no sienta que los progresos en la COP27 y en las anteriores cumbres han caído en saco roto.
El objetivo de 1,5ºC requiere el abandono gradual del uso de combustibles fósiles y un refuerzo hacia las energías renovables. ¿Qué ha hecho España hasta ahora para alcanzar ese objetivo?
En los últimos años, España ha sabido aprovechar su potencial para avanzar en la transición hacia energías renovables. A pesar de no contar con combustibles fósiles, somos el país con mayor número de horas de sol de Europa, y una orografía que propicia el aprovechamiento de fuentes como el viento o la energía hidráulica. Eso, combinado con los grandes esfuerzos transformadores de los últimos años, han permitido a España convertirse en el tercer país europeo con mayor capacidad de generación de energía renovable, y el 14º más sostenible del mundo, según el Environmental Performance Index de la Universidad de Yale. Sobre esta oportunidad de transformación, crecimiento, y desarrollo, debatimos en el pasado Seminario Aspen “Sostenibilidad y Generaciones Futuras” organizado por Aspen Institute España, en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga y Acciona. Si bien el progreso es notable, España debe seguir implicándose en la consecución del objetivo de un 74% de energías renovables en 2030.
Entre los retos está incentivar el vehículo eléctrico y desarrollar una red de carga adecuada, pero en España el RACE afirma que los coches eléctricos vendidos anualmente no alcanza el 10%. ¿Por qué estamos avanzando tan lento en este sentido?
Si bien la diversidad geográfica de España favorece el uso de energías renovables, supone un obstáculo para el desarrollo de la infraestructura necesaria en combinación con la desigualdad territorial en términos de densidad de población. Además, el apoyo público a la compra de vehículos eléctricos no ha llegado de forma homogénea a toda la población, y se ha concentrado en sectores muy concretos (los grupos socioeconómicos más elevados). Sin embargo, se están sentando las bases para el desarrollo de este sector, en términos de vehículos, baterías, y puestos de carga, y tengo confianza en que la transición al vehículo eléctrico va a tener lugar en España de forma rápida, eficiente, y justa.
El cambio climático afecta a la juventud generando ecoansiedad debido a la creciente preocupación por sus impactos. En su interacción son sus alumnos, ¿cuál percibe como la mayor preocupación en este sentido?
Es comprensible que se desarrollen sentimientos de frustración y ansiedad entre las generaciones más jóvenes, especialmente las personas de la llamada Generación Z, que han vivido una parte muy relevante de sus vidas (conscientes) expuestas a mensajes pesimistas sobre el cambio climático, y además se encuentran con pocas oportunidades para evitar el deterioro del planeta que van a heredar de nuestra generación. En numerosas ocasiones, las mayores preocupaciones de los jóvenes no son el cambio climático per se, sino sus consecuencias directas, como los cambios producidos en el mercado laboral, las consecuencias distributivas del impacto económico, los eventos meteorológicos extremos y los efectos de las catástrofes naturales. Esta “ecoansiedad” se puede combatir de forma proactiva y constructiva. Considero importante sustituir los mensajes catastrofistas por una actitud de colaboración, que debe ir acompañada de oportunidades para que los jóvenes tomen un papel de liderazgo en esta lucha por minimizar los efectos de la emergencia climática.
¿Hay planes en España para darle respuesta a tales inquietudes de la Generación Z?
España debe abordar una conversación sincera y madura con los jóvenes, reeditar los pactos intergeneracionales, y escucharlos activamente en la elaboración de planes estratégicos y pactos de estado a largo plazo, que recojan la importancia de la emergencia climática y les permita actuar para mitigarla. Existen numerosas iniciativas, tanto desde la sociedad civil (Fridays for Future, asociaciones estudiantiles, etc.) como a nivel institucional (consejos autonómicos y nacional de la juventud, actividades de instituciones educativas…) y empresarial (iniciativas verdes y de transformación energética de la mayoría de las grandes empresas del país) que empiezan a crear una plataforma para que los jóvenes puedan expresar estas preocupaciones, pero creo que debemos ir más allá. Desde Aspen Institute España, aportamos a este debate con numerosos programas y sesiones donde se comparten preocupaciones, perspectivas, y propuestas de soluciones a los grandes retos relacionados con el cambio climático con una perspectiva diversa, sosegada y con visión de largo plazo. Me gustaría destacar nuestro programa Liderazgo y Valores en Europa para Jóvenes, cuya sexta edición celebraremos muy pronto, y os animo a que conozcáis.
¿Qué le puede decir a esos jóvenes sobre lo que está haciendo España para frenar el cambio climático, y qué pueden y deben hacer ellos para contribuir a este objetivo?
España está viviendo una transformación económica, energética, y estructural para tomar el liderazgo contra el cambio climático a nivel nacional, europeo e internacional. En esta transformación, es imperativo contar con los jóvenes, sus propuestas, sus preocupaciones, y su energía. Por eso, los animo a que participen, a que se involucren, y a que tomen el micrófono, sin miedo y de forma constructiva, para demandar y proponer los cambios que hacen falta en todos los ámbitos de nuestra sociedad. No existe una manera correcta o errónea de involucrarse, mientras sientan que su contribución va alineada con sus principios y valores. Los jóvenes tienen la oportunidad y la responsabilidad de contribuir a un mundo mas libre, justo, y equitativo, y desde Aspen siempre van a tener nuestra mano tendida para recorrer juntos este camino.
Foto: Irene Medina. Cortesía Fundación Telefónica
Seguiremos Informando…
