EN CASA DEL HERRERO

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Ayer se escuchaba en el despacho del jefe: ‘Irse, si me queréis, irse’. Pero, no hay forma de solucionarlo…
Mira mi socio está que se cae a cachos. Le han dado menos futuro que a un premio del Galiacho.
Pero, Javier está como nuevo.
Eso es lo que parece. Está jodido y con cuernos antiguos de los que pesan.
Pues entonces dime ¿qué hacemos?
Esperar, escondernos, dejar de crecer como en los últimos diez años. Engañar al Mercado.
Dale, tú sí que sabes.
Y con tu espíritu.

Al pronto, a la salida de la ‘reunión’ el esbirro diplomado va y exclama: ‘Que suba el chófer que se marcha la vieja’.

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