“UN VIAJE DE MILES DE KILÓMETROS EMPIEZA CON UN SOLO PASO, Y ESTE ES NUESTRO PRIMER PASO”

Carlos Parry (APRI): “Queremos lograr una regulación para el lobby en España”

EL NUEVO PRESIDENTE DE APRI CUENTA A PRNOTICIAS LOS PROYECTOS DE LA ASOCIACIÓN PARA ESTA NUEVA LEGISLATURA

“Las empresas, por fin, han entendido que no pueden obviar el contexto geopolítico que les rodea a la hora de desarrollar sus planes de negocio. Existe actualmente un boom en los asuntos públicos que ha provocado un gran crecimiento de las consultoras que se dedican a ello, pero también un mayor número de profesionales in house. Y es precisamente este momento una gran oportunidad para poner en valor nuestra profesión que durante años ha estado estigmatizada”

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El pasado 23 de enero, Carlos Parry fue elegido presidente de la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales APRI en la Asamblea General Electoral celebrada en el Ateneo de Madrid, junto a un equipo integrado por otros trece destacados profesionales de las Relaciones Institucionales. En conversación con PRNoticias, el Senior Director de EU Affairs de Astrazeneca cuenta por qué incursionó en los Asuntos Públicos, cómo ha visto la evolución del sector, en qué estado se encuentra ahora y en qué desea que se convierta.

Esta nueva etapa de su vida profesional -y de APRI- conlleva innumerables retos, desde lograr lo más tangible: la regulación, hasta lo más intangible: engrandecer la práctica de los Asuntos Públicos en España. “Un viaje de miles de kilómetros empieza con un solo paso, y este es nuestro primer paso”, prometió en su candidatura, y así comienza este camino…

¿Cuándo, cómo, por qué y dónde comenzó tu trabajo en el área de los Asuntos Públicos?

Desde muy joven he tenido un propósito claro de querer contribuir a mejorar la sociedad en la que vivimos y esa inquietud me llevo a colaborar en el ámbito político durante un tiempo y más adelante ocupar diversas responsabilidades técnicas como asesor en distintos niveles de la administración pública. En mi etapa como vocal asesor del Ministerio de Sanidad vi claro que desde el ámbito privado se podían hacer más cosas y en menos tiempo por mejorar la sociedad y fue entonces cuando decidí dar el salto al sector privado. Mi primera experiencia fue en la farmacéutica alemana Merck y tuve el honor de trabajar con su presidenta en España en aquel momento, Marieta Jiménez, que tenía muy claro cuál era el rol del profesional de asuntos públicos y como desde nuestro  expertise podemos contribuir a adaptar las necesidades de negocio de las empresas a lo que el sector público demandaba para así juntos mejorar la sociedad. Y desde entonces he pasado ya por varias responsabilidades en España y en Bruselas, en distintas organizaciones, pero el propósito no ha cambiado nunca: construir una sociedad mejor, más justa, que progrese y que genere oportunidades para todos.

Desde entonces, ¿cómo has visto la evolución del sector?

En España he visto un cambio vertiginoso y rápido, acentuado por la necesidad de las empresas de entender qué pasa en el panorama político y adaptar sus estrategias. Las empresas, por fin, han entendido que no pueden obviar el contexto geopolítico que les rodea a la hora de desarrollar sus planes de negocio. Existe actualmente un boom en los asuntos públicos que ha provocado un gran crecimiento de las consultoras que se dedican a ello, pero también un mayor número de profesionales in house. Y es precisamente este momento una gran oportunidad para poner en valor nuestra profesión que durante años ha estado estigmatizada. Hemos pasado de ser valorados únicamente por nuestra agenda de contactos a ser valorador por nuestra visión estratégica, nuestro conocimiento del entorno y el valor de los consejos que damos para influir positivamente impulsando una mayor colaboración público-privada.

¿En qué punto consideras que se encuentra ahora?

Estamos en un momento dulce y no podemos desaprovechar esta oportunidad para seguir poniendo en valor lo que aportamos a las empresas como profesionales, reclamar que de una vez por todas exista una regulación del lobby en España que garantice unas normas básicas que garantice la ética y la transparencia. Y en esto APRI va a jugar un papel determinante en los próximos años.

¿Qué ha hecho APRI para contribuir a esa evolución?

APRI, sin lugar a duda bajo el liderazgo de María Rosa Rotondo, ha sido la voz de la transparencia y la ética, ha elaborado un código de auto conducta ejemplar que firmamos todos los que formamos parte de la organización y que, a falta de regulación, sirve al menos para decir que nosotros los profesionales sí queremos tener reglas que garanticen una seguridad y una transparencia en nuestro trabajo. También ha contribuido a mejorar la profesionalización de nuestra profesión, creando oportunidades de networking o de formación entre los profesionales para que podamos compartir experiencias y crecer juntos. Compartiendo ideas también se mejora y se aprende de los errores o los aciertos.

¿En qué puede seguir contribuyendo APRI en esta línea?

Mi gran reto, junto al equipo, es hacer que nos sintamos orgullosos de nuestro trabajo, que acabemos con la estigmatización del lobby, porque influir y querer mejorar las cosas es algo legítimo, siempre y cuando se haga en base a unos principios éticos. Yo siento pasión por mi trabajo y quiero transmitir esa pasión también a las futuras generaciones que harán este trabajo aún mejor que nosotros. Vamos a incidir por lo tanto en dos aspectos, la mejora de la comunicación de APRI y el impulso de una mayor oferta formativa para que salgan profesionales ya formados de las universidades y no sean las empresas quienes tengas que asumir su formación.

¿Cuál es el ‘proyecto bandera’ de APRI para esta legislatura?

Me gustaría duplicar el tamaño de APRI en los próximos años, que más profesionales y empresas entren a formar parte y que la oferta de valor que ofrezcamos sea lo suficientemente atractiva para lograr ese objetivo. Por lo que dentro de nuestra hoja de ruta vamos a poner el foco en una mayor y mejor comunicación, mayor oferta formativa en colaboración con universidades y empresas, ampliación territorial de APRI en Barcelona y Bruselas, y más grupos de trabajo sectoriales. Pero si me preguntas por el proyecto bandera, creo que este debe ser lograr que en España exista una regulación para nuestra profesión. APRI lleva años trabajando en esto y somos referentes, así que vamos a seguir remando para que en España haya una regulación como la hay en Bruselas, por ejemplo.

¿Cómo crees que se puede alcanzar ese objetivo?

Haciendo lobby a favor de esta regulación, como no podía ser de otra forma. Vamos a hablar con todos los stakeholders necesarios. Creo que si hoy no hay una regulación es porque a los políticos no les ha interesado hasta ahora, entonces vamos a trabajar para convencerles. Sin pausa ni descanso, necesitamos una regulación.

¿En qué pueden ayudar los socios para alcanzar tal objetivo?

Los socios nos pueden ayudar dando voz a esa necesidad de una regulación, cuantas más voces reclamen esa regulación mayor necesidad existirá. Pero, además, creo que los socios deben seguir siendo el eje central de APRI en torno a ellos debe girar todo nuestro trabajo en la asociación. Yo les animo también a que traigan a más profesionales a que nos ayuden en ese crecimiento tan necesario para poder seguir invirtiendo en el valor de nuestra profesión.

¿Y en qué, las administraciones y empresas?

La administración claramente en el empuje hacia una regulación, y las empresas pueden ayudar también profesionalizando sus equipos de asuntos públicos y dejándose aconsejar por verdaderos expertos. Las empresas también pueden entrar en APRI, en nuestro foro de organizaciones para hacer crecer APRI, y compartir experiencias y mejorar todos juntos nuestro trabajo en los asuntos públicos.

¿Qué le recomiendas a los estudiantes que deseen incursionar en el sector de los Asuntos Públicos?

Que si tienen ganas de cambiar y mejorar la sociedad en la vivimos no lo duden, que entren en el mundo de los asuntos públicos. Que también busquen referentes, pidan ayuda a mentores para que les guíen en sus primeros pasos. Que se atrevan a arriesgarse y a equivocarse tantas veces como haga falta porque esa es la verdadera forma de aprender e innovar. Que empujen a hacer cosas nuevas que nos saquen de nuestro ABCD diario, creo que hace falta mucha más creatividad en nuestra profesión y estoy seguro de que las futuras generaciones nos ayudarán a romper silos y zonas de confort.

Seguiremos Informando…

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