NOBEL DE LA PAZ

Publicidad

En este mundo tan escandaloso, en el que los que más armas tienen son los que someten al resto. Una Tierra llena de cadáveres de niños muertos por el hambre de las bombas. Corredores humanitarios que no funcionan, caída de los insumos en sus cabezas. Una falsedad en la que se sigue sacando el grano y olvidando a los que lo plantan para que podamos comer. Niños llenos de polvo blanco, extraídos de las entrañas de los cascotes, sacados a la luz de su Alá. Allá los ortodoxos ven como el hijo de Stalin, perdón el hijo de puta asesino de Putin se lava las manos con la sangre de sus soldados, invitando a los rusos a follar como locos para que haya más para mandar a la guerra a matar a sus hermanos.

En un campo de concentración al uso había 150 guardias llenos de odio y babas, en el otro lado los sometidos 1.200 que están sin fuerza ni para silbar… ¿Por qué nunca se echaron encima de ellos? Les habrían aplastado. Por qué no se echan los rusos encima de Putin y de paso los judíos se llevan puesto al otro asesino que seguro opta, como Putin, al Nobel de la Paz.

El mundo, vuestro mundo, está cada día más cerca de hacer crack. Los niños son de todos.

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil