Tras un mes de continuas informaciones sobre la corona Britñanica, las noticias al respecto de lo que sucede en Buckingham Palace no cesan. Y es que, entre las bajas de Kate y de Carlos III por motivos de salud y los habituales días de descanso que han necesitado el príncipe Guillermo y Camila, la reputación y credibilidad de la realeza británica no levanta cabeza.
Pues bien, ante la evidente necesidad de ayuda para gestionar la crisis desatada, concretamente por el escándalo real provocado por la famosa imagen retocada de la princesa de Gales, desde el palacio y ante el espaldarazo de las agencias de comunicación y medios a su credibilidad, han tomado una drástica decisión. Según desvelaba este 21 de marzo, la revista Fortune, la familia real británica había comenzado la búsqueda de un nuevo asistente de comunicaciones con base en el Palacio de Buckingham.
Todo un reto para aquellos profesionales y agencias de comunicación que decidan presentar su solicitud de trabajo. Por tanto, aquellos que decidan lanzarse a esta experiencia deberán conocer que su labor dependerá de la oficina del secretario privado, que actualmente es Sir Clive Alderton, y tendrá asignado un sueldo de poco más de 25.000 libras esterlinas al año.
¿Una buena o mala decisión?
Se trata de una cantidad que, evidentemente, es insuficiente para poder vivir en la capital británica donde el salario medio para el año 2023 fue de 57.763 libras. Aun así, pese a su baja retribución, la corona británica sigue pidiendo y exige que la persona que ocuoe este puesto “responda a las consultas diarias de los medios sobre una variedad de temas, incluido el trabajo de los miembros de la familia real”.
Una decisión que podría empeorar la situación. Pues cualquier mínima acción que no esté bien pensada, pueder suponer un nuevo desliz dentro de la crisis agaravando, más si cabe, la situación actual. Según afirman desde la propia casa rural, “Ya sea que trabaje en una visita de Estado, un evento ceremonial o un compromiso real, el asistente de comunicación se asegurará de que nuestras comunicaciones despierten constantemente el interés y lleguen a una variedad de audiencias”.
Responsabilidades derivadas de la crisis
Ahora bien, más allá de ayudar a gestionar una crisis reputacional, entre el resto de sus gestiones el nuevo asistente de comunicación tendrá que enfrentarse a los anuncios referentes a la agenda del rey Carlos III mientras se recupera de su estado de salud debido al cáncer que padece. “Su Majestad ha comenzado hoy un programa de tratamientos regulares, tiempo durante el cual los médicos le han aconsejado que posponga sus tareas de cara al público”, expresaban desde la realeza británica antes de todo el escándado levantado el 10 de marzo. .
En este sentido, cabe destacar también como el equipo de comunicación gestionará también las nuevas responsabilidades que ha asumido la reina Camila, convertida ahora, y fuera de lo que todos esperaban, en una de las caras visibles de la monarquía. Todo ello con el beneplácito de los medios de comunicación, quienes la han arropado y no han generado más escándalos entorno a su figura.
En definitiva, desde Buckingham Palace están en busqueda activa de un nuevo asistente de comunicación que tendrá que seguir muy de cerca todos los mensajes que actualmente inundan las redes y los medios y que, por la mala gestión de la realeza, siguen colocando a la familia en la el centro de atención.
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